Las redes religiosas detrás de la nueva derecha no son marginales, son estructuras centenarias que buscan transformar la democracia en teocracia, con una cruzada moral que tilda de “woke” todo lo que no encaje con los ideales conservadores de los años 50. Trump fusiona religión con poder estatal y corporativo. Este año creó la Oficina de la Fe, liderada por su asesora espiritual, quien afirmó que “decirle ‘no’ al presidente Trump es decirle ‘no’ a Dios”. A lo largo de la historia, las peores atrocidades se han cometido en nombre de Dios.