Al despertar
de la siesta
-todavía un instante-,
la sensación de haber soñado
que un mundo mejor,
más habitable,
más humano,
era posible.
Pero fue abrir los ojos
y olvidar los detalles.
Karmelo C. Iribarren
Al despertar
de la siesta
-todavía un instante-,
la sensación de haber soñado
que un mundo mejor,
más habitable,
más humano,
era posible.
Pero fue abrir los ojos
y olvidar los detalles.
Karmelo C. Iribarren
Comentarios
#2 que se yo, como en tu maravilloso cuento de hoy siempre hay excusas para no hacer nada
#0 desde luego si parece un sueño bien poético
#1 El día que este planeta explote, quizá queden cuatro vivos y se replanteen las cosas, al menos una temporada. Pero me suena a ciencia ficción pura y dura.