Ha surgido una campaña coordinada en plataformas digitales, liderada por cuentas israelíes y otras afines. La campaña se basa en la circulación de imágenes y vídeos selectivos de palestinos sonriendo, riendo o representando fragmentos de su vida cotidiana en medio de la devastación. Estas imágenes no se comparten como parte de las contradicciones humanas que conlleva vivir bajo bombardeos y masacres, sino que se explotan como propaganda para cuestionar la magnitud de la catástrofe, negar la hambruna y la destrucción, y socavar la solidaridad