Publicado hace 6 años por Cole_Thornton a diariolaley.laley.es

El lamentable accidente ocurrió, eso no cabe negarlo, como tampoco las graves secuelas sufridas, amputación de una pierna y varios dedos de una mano. Pero la Audiencia Nacional entiende que no hay pruebas de que el conductor del convoy, la compañía o el deficiente estado de la iluminación de la estación fuesen los causantes del accidente. La AN señala la propia conducta del lesionado, calificada de descuidada, negligente o accidental porque el accidentado y sus amigos hablan ingerido bebidas alcohólicas y volvían de un botellón.