Tres lecciones principales: (1) proteger los presupuestos públicos de investigación, (2) fomentar las sinergias público-privadas y (3) invertir en ciencia básica. Para España y Europa, la conclusión es clara: sin una estrategia pública de innovación, se quedarán atrás en las industrias del futuro, tal y como se quedaron atrás en las primeras y segundas generaciones de la industria digital. La experiencia estadounidense demuestra que la inversión en ciencia no es un lujo, sino una política macroeconómica de primer orden.
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etiquetas: ciencia básica , papel del estado , inversión pública , investigación 
Si vamos a redes neuronales, por ejemplo, gran parte han sido iniciadas o creadas en universidades y luego perfiladas o mejoradas por empresas privadas. Las que la crean las empresas privadas suelen ser mediante grandes multinacionales que tienen dinero para aburrir.
Fuera de la moda de la IA y de las grandes empresas, casi cualquier innovación debe y de hecho viene con subvenciones públicas. Yo lo he visto cien veces. ¿Cómo voy a innovar con un equipo… » ver todo el comentario