Uno de los grandes «argumentos» más comúnmente utilizados en cualquier debate o discusión por esa casi infinita pléyade de anticientíficos (religiosos, negacionistas, antivacunas, etc.), siempre dispuestos a cuestionar (en la vida cotidiana o cibernética) cuando no a refutar el conocimiento científico, es el uso predominante que dan a esos escasos investigadores que pueden compartir o apoyar sus irracionales tesis. Así los creyentes siempre utilizan el argumento de que Galileo o Newton eran piadosos cristianos.
|
etiquetas: científicos , hormigas , colectivo
Cómo para no serlo, acabas en la hoguera.