José Ramón Riera, que dice ser economista y escribe artículos para El Debate, sigue demostrando que no sabe como funcionan las variaciones porcentuales sucesivas. En su último artículo asegura que con Franco a economía creía 21 veces más que con Sánchez y para ello compara el crecimiento entre 1960 y 1975 y entre 2018 y 2023, pero para sacar el crecimiento medio anual no se le ocurre otra cosa que dividir el acumulado entre los años del periodo: si entre 1960 y 1975 creció un 783,3% en 15 años, divide 783,3 entre 15 (783,3/15=52,2) y dice que equivale a que cada año creció de media un 52,2%. Es es, evidentemente, erróneo y demuestra que no tiene ni idea como funcionan las variaciones porcentuales sucesivas: si algo crece en dos años un 20%, es no equivale a un crecimiento del 10% cada año, sería un 9,54% cada año (1,20^0,5=1,0954).
Los cálculos correctos serían:
Si el fin de un gráfico es mostrar la información de una forma más efectiva, es claro que este de Expansión no lo cumple (o si lo cumple, si la intención es otra). Un simple vistazo no llevaría a pensar que la situación en los próximos años va a ser muy mal en EEUU y España y muy buena en Alemania e Italia, esto es así porque en cada país se están utilizando escalas verticales diferentes, lo que condiciona la interpretación. Un gráfico en que se utilizase la misma escala en todos los países quedaría así:
En los últimos días, el mecánico y creador de contenido Ángel Gaitán ha llamado "comegambas" a Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, después de que la asociación de consumidores lo denunciara por acuñar una moneda sin autorización. La expresión, utilizada en tono despectivo para referirse a alguien que, supuestamente, vive del dinero ajeno, no es nueva ni original de Gaitán.
En realidad, "comegambas" fue un término popularizado por VOX en 2019 para atacar a la UGT. El partido de ultraderecha usó la expresión para desacreditar a sindicalistas, insinuando que se dedican más a banquetes y mariscadas que a la defensa de los trabajadores.
El uso de este insulto por parte de Gaitán contra Rubén Sánchez no es casualidad: evidencia cómo el lenguaje de la extrema derecha permea el discurso público y es adoptado sin cuestionamiento por distintos actores.
Aunque pueda parecer una anécdota menor, este episodio refleja la normalización de la retórica despectiva que busca deslegitimar a organizaciones y personas por su trabajo en la defensa de derechos.
Esta gráfica muestra las métricas del número de usuarios que han visitado Menéame en enero de 2025 en comparación con enero de 2024, desglosadas por fuente de tráfico.
Se observa que hemos pasado de 717.000 usuarios únicos en enero de 2024 a 560.000 en enero de 2025, lo que representa una disminución del 22%. Sin embargo, esto no es necesariamente una mala noticia. ¿Por qué? Si analizamos las dos principales fuentes de tráfico —Direct (usuarios que escriben directamente meneame.net en el navegador) y Organic Search (usuarios que llegan desde búsquedas en Google)— podemos ver un crecimiento del 4% en las visitas directas. Esto significa que más gente está accediendo directamente a Menéame, lo cual refleja una mayor fidelidad o reconocimiento de marca. Esto es especialmente relevante en un contexto en el que la dependencia de las plataformas y buscadores es cada vez más crítica para la mayoría de los medios digitales.
Entonces, ¿a qué se debe la caída en usuarios provenientes de búsquedas? La razón principal es el cambio en la forma de buscar información con la llegada de la inteligencia artificial, que ha alterado la manera en que las personas utilizan los motores de búsqueda. Este descenso no es exclusivo de Menéame; de hecho, es un fenómeno que está afectando a prácticamente todos los medios de información digital. En la actualidad, la mayoría de ellos dependen de Google Discover para monetizar sus contenidos, ya que esta plataforma impulsa de manera significativa el tráfico hacia sus sitios web.
El problema que se viene tiene que ver con la estandarización de otros tipos de Discover que no enlazan a los artículos. La crisis en el sector de los medios de comunicación sería enorme, ya que una disminución en el tráfico afectaría directamente a los ingresos publicitarios. La aparición de estos nuevos Discover como el Perplexity, que no solo curan contenido, sino que también lo presentan de manera directa y estructurada sin necesidad de que el usuario visite las fuentes originales va a llevar a la ruína a la mayoría. En otras palabras, estas IA actúan como agregadores de información ultraeficientes, proporcionando respuestas detalladas y contextuales en sus propias plataformas.
Si herramientas como ChatGPT y otros modelos de IA similares adoptan estas capacidades de curación y presentación de contenido, el panorama para los medios tradicionales cambiará radicalmente. La tendencia apunta a que cada vez menos usuarios sentirán la necesidad de hacer clic en los enlaces que llevan a las fuentes originales, ya que la información relevante se presentará directamente en el entorno de la IA. Esto plantea un desafío existencial para los medios de comunicación, que dependen del tráfico web para monetizar sus contenidos a través de la publicidad.
Por lo tanto, el descenso en las visitas provenientes de búsquedas no solo refleja un cambio en los hábitos de los usuarios, sino también una transformación profunda en la manera en que la información es encontrada y consumida. La clave para sobrevivir en este nuevo entorno será adaptarse a estas tendencias, buscando diversificar las fuentes de tráfico y fortaleciendo la relación directa con los usuarios para reducir la dependencia de intermediarios digitales como Google.
Siempre que escucho a políticos, sobre todo de la derecha y la ultraderecha, es decir, PP y Vox, decir que no les gusta la Ley de Memoria Histórica y que no tienen intención de cumplirla, el motivo que aducen, la excusa que utilizan es que
SOLO SIRVE PARA DIVIDIR A LOS ESPAÑOLES.
A ver si lo he entendido:
Esa ley pretende, principalmente, reparar no el daño físico, ese es irreparable, y ni siquiera las familias de los asesinados, en la mayoría de los casos, reclaman una compensación económica, esa ley busca un resarcimiento de la dignidad de esas víctimas, una reparación moral y el descanso de las familias. Que yo sepa, no pretende ningún tipo de revanchismo, juzgar a los culpables (la mayoría están muertos), ni siquiera buscar algún tipo de responsabilidad política, si la hubiera.
Su única pretensión es desenterrar a los asesinados por una dictadura y enterrados de mala manera, en cunetas o en fosas comunes sin identificar, y darles una sepultura digna, para que sus hijos (los que queden vivos, que no serán muchos) y sus nietos tengan un sitio al que llevar flores a su padre/abuelo. En definitiva, devolver la dignidad a alguien a quien se la arrebataron, asesinado por defender unas ideas, muchas veces sin siquiera haber luchado, sin haber empuñado un arma, sólo por "ser rojo", siendo un profesor, un camarero, un farmacéutico…
Esa ley también exige que se retiren los homenajes, sean en forma de calles, de monumentos o de placas, a nombre de los que perpetraron semejante horror. Es decir, que se retiren dichos homenajes a los que fueron partícipes de un golpe de Estado y la posterior dictadura semi- o pseudo-fascista (en realidad, dictadura franquista), y corresponsables de la represión y la muerte propiciadas por el dictador.
Entonces, ¿quién, con un poco de decencia, puede oponerse a una ley así? Y esa cuestión nos lleva la excusa inicial: los que se oponen lo hacen porque "divide a los españoles"………………
¿En qué los divide?
¿En los demócratas que quieren un Estado de Derecho vs los nostálgicos y defensores de un golpe de Estado perpetrado por un traidor y su subsiguiente dictadura? ¿En los demócratas vs los franquistas/fascistas? ¿En víctimas vs. verdugos? ¿En los que quieren que se haga justicia con esos asesinatos vs. los que les da igual esa justicia? ¿En los que quieren cerrar heridas de una vez por todas vs los que prefieren que no se haga, porque se ven reflejados como causantes de las mismas, puestos en evidencia?
Si fuera esa la división a la que se refieren, ¿cómo pueden defenderla y considerarse, sobre todo el PP, un partido decente, moderno y democrático?
¿No va siendo hora de que, sobre todo el PP, se desprenda de todas esos lastres que le hacen parecer (hay quien diría que porque lo es) defensor, incluso heredero, del anterior régimen, de una dictadura? ¿No va siendo hora de que el PP se acabe convirtiendo en un partido de derechas equiparable a sus homólogos europeos, moderno y alejado de sospechas de ser partidario de oscuros tiempos pasados, de oscuras dictaduras pasadas?
Porque un partido que defiende que hay que "proteger" a fascistas, a antidemócratas, a nostálgicos de dictadura, lo único que consigue es que esas actitudes, esas formas de pensar, sobrevivan, se perciban como "no son tan malas", da alas a los que piensan así, les hace crecerse cuando tienen un partido mayoritario que les protege, que les avala.
Dirigentes y responsables del PP: dejen de defender lo indefendible.
Es propiedad de Procter & Gamble, que abrió un centro de I+D en Tel Aviv, Palestina ocupada, en el que invierte 2.000 millones de dólares anuales.
Trump demuestra que siempre se puede caer más bajo y ahora ha dado muestras de su escaso nivel en matemáticas al asegurar que: «Esto es algo que nadie más puede hacer. Vamos a bajar los precios de los medicamentos. No un 30 o un 40 %, que sería genial, ni un 50 o un 60 %. Los vamos a bajar un 1000 %, un 600 %, un 500 %, un 1500 %». Y me imagino que si alguien le intenta decir que es un error, ordenará cambiar los manuales de matemáticas para incluir sus peculiares cálculos.
Las cuentas de twitter vinculadas a la ultraderecha llevan varios días explotando los ataques de Vox a la Conferencia Episcopal por defender la libertad religiosa de los musulmanes en Jumilla. El mensaje siempre es el mismo: sólo Vox se atreve a enfrentarse a los grandes líderes del sistema, por poderosos que sean, para defender España. Sólo Vox planta cara a una Iglesia vendida al bipartidismo.
Para entender lo acontecido, hay que tener muy en cuenta este tweet de la cuenta oficial de Vox x.com/vox_es/status/1953563575475482876 :
¿Quién es ese cardenal que, como Vox, usa el término "islamismo" para satanizar a todos los musulmanes y llamarles bárbaros, evidenciando que el discurso voxero no nace de España sino que es traducción al castellano del argumentario de la ultraderecha internacional? Podéis encontrar muchas cosas sobre él en internet, pero creo que esta frase le define especialmente www.swissinfo.ch/spa/el-cardenal-guineano-robert-sarah,-adalid-de-los- :
«Lo que en el siglo XX fueron el nazismo, el fascismo y el comunismo lo son hoy las ideologías occidentales sobre la homosexualidad y el aborto, y el fanatismo islámico»
Sarah representa como nadie la paradoja del fundamentalismo religioso: ataca a los fundamentalistas de otras religiones cuando él representa, a nivel occidental, lo más parecido a ellos (persecución de la homosexualidad, prohibición del aborto...). Sarah demuestra que, para el, son tan enemigos los musulmanes como el movimiento LGTBI o el feminismo. Sarah, como Vox, es integrismo ultracatólico. Y, como Vox, piensa que quienes no siguen su ideario decimonónico no son Iglesia (en el caso de Vox, afirman que quienes se oponen a ellos no son España, véase www.meneame.net/m/Artículos/primero-fueron-musulmanes-sabes-significa ).
Por tanto, Vox no se enfrenta a la Iglesia. Se enfrenta a cualquier posición de la Iglesia ajena al ideario ultracatólico acogido por la extrema derecha. Vox quiere una España sometida al ultracatolicismo preconciliar, y por eso considera enemigos a todos los que no comulguen con ello...aunque sean curas (e, incluso, aunque tal discrepancia no sea permanente sino sólo puntual). Y esto no es nuevo. Ved este vídeo, sobre todo a partir del minuto 1:08
Falangistas y guerrilleros de Cristo Rey gritando "Tarancón al paredón". Este cardenal representaba, en los estertores del franquismo, al sector más aperturista y pro democracia de la Iglesia. Estaba amenazado de muerte por ello. Los fascistas le odiaban aún más que a los rojos, porque era alguien que, debiendo ser de los suyos, les había "traicionado".
Por tanto, no hay nada nuevo en que la ultraderecha patria ataque al clero que no asume sus posiciones preconciliares. Lo novedoso, y el súmmum de la desfachatez, es que intenten presentarlo como un acto revolucionario en el marco de la propaganda de un partido que, como muestran sus propuestas políticas ( aquí una pequeña recopilación www.meneame.net/m/Artículos/juan-manuel-prada-vox-disciplina-arcano ) es el más descarado defensor de los privilegios de los poderosos y de la destrucción de los pocos derechos que hoy tiene la clase trabajadora. Aunque, ciertamente, Vox es experto en propaganda tan chapucera que alcanza el absurdo. Hace unos días vi un tweet suyo donde decían que habían logrado dos hitos en la defensa de los españoles que ningún otro partido había alcanzado. Los dos hitos eran pactar con el PP el cierre de un centro de menas y la prohibición del rezo de los musulmanes jumillanos en los espacios públicos. De salarios dignos, reparto de la riqueza, servicios públicos de calidad y pensiones decentes ya hablamos otro día. O mejor nunca.
El Presidente de un compañía tenía que hacer balance de mitad de año y andaba preocupado: las ventas llevaban dos años estancadas, con un magro crecimiento del 0,3% en la primera mitad de este año y un 0,1% en la del anterior. Resignado, decidió que el titular que debía dar era el de destacar que este año crecían algo mas:
Pero el Jefe de Contabilidad le dijo que ese titular se podía mejorar bastante, que a fin de cuentas, 0,3% es el triple que 0,1%:
No hay duda dicho de esta forma, los accionistas estarán más contentos. Pero el nuevo joven y ambicioso fichaje de Marketing les aseguró que el tenía un titular aún mejor, que la gente se fija mas en los porcentajes que en otras cosa y 0,3% es un 200% mayor que 0,1%:
El Presidente recuperó el ánimo rápidamente y ahora podría presentar los resultados con cara exultante, y ni siquiera tendría que mentir.
Este pequeño ejemplo es para mostrar la capacidad que tienen las variaciones porcentuales sobre variaciones porcentuales para variar la percepción que se tiene sobre cantidades. Son como una barita mágica que puede transformar la realidad y que la mayoría de las veces que se utiliza es para manipular.
Un ejemplo de ello lo tenemos en esta noticia de Libertad Digital sobre la evolución de los alquileres durante el gobierno de Milei.
Vamos a detenernos en el precio de los alquileres, porque una caída del 75% suena muy impresionante, pero, ¿realmente es así?. Si nos vamos al gráfico que adjuntan podemos ver lo que en realidad están diciendo:
No, los precios de los alquileres no están bajando un 75% entre el cuarto trimestre de 2023 y el segundo de 2025 (los últimos datos del gráfico muestran un crecimiento cercano al 50% interanual), lo que ha bajado un 75% es el propio crecimiento interanual de los precios: de un valor sobre 200% en el cuarto trimestre de 2023 a un valor sobre 50% en el segundo trimestre de 2025 (50/200=0,25). Es decir, están calculando las variaciones porcentuales de las variaciones porcentuales de los precios.
Siempre que se habla del precio de la vivienda aparece la frase “es solo oferta y demanda”. El problema es que esa explicación no encaja bien con este mercado. La oferta de vivienda es muy rígida: no se pueden construir pisos nuevos de un día para otro, y muchas viviendas ya existentes se retiran del alquiler para destinarse a usos más rentables como el turismo. Eso hace que el ajuste recaiga casi siempre en el precio y no en la cantidad.
La demanda, además, no funciona como en otros bienes. Nadie puede decidir “no consumir vivienda” si los precios suben demasiado. Es un bien básico y de primera necesidad, lo que hace que la gente acepte pagar precios que en otro mercado serían inasumibles. Esa inelasticidad permite que los propietarios trasladen subidas sin que la demanda caiga de forma significativa.
Por último, hay un factor especulativo muy fuerte. Los propietarios suben precios no solo porque lo marque la oferta actual, sino porque esperan que “el mercado aguante”. Esas expectativas, sumadas a la falta de parque público y a una regulación débil, generan un círculo donde los precios crecen más por decisiones individuales y por expectativas de beneficio que por una supuesta ley natural de la economía.
Aquí conviene diferenciar entre responsabilidad y culpabilidad. El gobierno es responsable porque define las reglas del juego: sin un parque público de alquiler, con incentivos fiscales mal diseñados y con una regulación débil frente a la especulación, deja que el mercado funcione casi sin contrapesos. Si no se corrigen esos fallos estructurales, los precios seguirán creciendo sin que exista un freno real.
Pero la culpa recae en los caseros cuando deciden subir los precios. Nadie les obliga a pedir 300 euros más de un año para otro, ni a inflar artificialmente el alquiler porque “la zona está de moda”. Esa es una elección individual, y cada casero tiene en su mano decidir si exprime al inquilino o si mantiene un precio justo.
Reducirlo todo a “oferta y demanda” es borrar esa decisión consciente y cargar toda la explicación en una abstracción económica que enmascara la responsabilidad personal.
A dia de hoy, la mera mención a la relación entre inmigración y dumping salarial le resulta indecorosa a la corriente principal de los "liberales de izquierda". A las élites económicas no les interesa tener un debate crítico, ya que se enriquecen del flujo constante de inmigrantes. Por tanto, lo que reina es un muro de silencio y sólo unos pocos economistas se atreven. Al analizar las consecuencias de la emigración masiva sobre los salarios se suele tomar como valor de referencia el salario medio. Por consiguiente los efectos detectados son pequeños. Esto es así porque no son todos los trabajadores, sino solo los de una cualificación no superior, ajenos a los sectores más tecníficados, los que sufren la competencia de esta inmigración.
Algunos economistas de Oxford sí están abordando la cuestión desde hace algún tiempo. Sus estudios demuestran que la inmigración afecta aparentemente poco al nivel general de salarios. No obstante los empleos en trabajos poco o medianamente cualificados sí que sufren sensiblemente las consecuencias de la inmigración. Llegan a la conclusión de que, en valores medios, sus salarios disminuyen un 5 % cuando la cuota de inmigración alcanza el 10 por ciento. Tampoco es por tanto casualidad que aquellos que cobran bajos salarios estimen de forma diferente el impacto de la inmigración masiva de aquellos que cobran salarios altos.
Sara Wagenknecht
"Los resentidos".
Pocas veces se ve a un mismo medio publicando en pocos días un gráfico correcto/incorrecto sobre el mismo tema. Es el caso de Expansión y de los gráficos que publicó en su portada el 13 y 19 de diciembre relativos a la evolución de los tipos de interés del BEC y la Fed. El gráfico del día 13 es incorrecto porque induce a pensar que los tipos de interés varían entre un valor y otro de forma progresiva, cuando esas variaciones son instantáneas. En cambio, el gráfico del día 19 sí es correcto y muestra la forma típica de escalera con esas variaciones instantáneas (para los puristas, ya se que eso no sería el gráfico de una función, que no puede tener tramos verticales).
Antes de que se nos pierda de vista el significado de la palabra, como le pasó a "facha", "feminista", "libertad", y otras muchas que se me ocurren ahora pero no voy a listar, creo que es importante señalar las que fueron tres principales características del movimiento woke.
En principio se trataba de luchar contra determinada opresión simbólica, y sólo decir eso de opresión simbólica ya se me ponen los pelos de punta. Su objetivo era visibilizar una serie de problemas e impedir que se invisibilizaran otros.
Lo que pasó a continuación ya es historia y todos sabemos en qué se convierten estos movimientos una vez son capturados por pequeños grupos de interés, lo mismo que sucede, por ejemplo, con movimientos asamblearios como el 15M y similares, una vez son cooptados por activistas que no desean ningún debate real pero necesitan imperiosamente el escenario y la narrativa de un debate.
Amigos... Perro no come perro, pero Gramsci sí que come Gramsci.
Cuando el movimiento Woke se enfrentó a opresiones sistémicas como la "apropiación cultural", vimos entonces que un blanco cantando blues era un canalla, mientras que un negro tocan el violín era un héroe. Y la gente de la calle, poco deconstruida ella, comenzó a recelar, por el simple procedimiento de la caja registradora.
-¿Supone esto del movimiento woke que mi currículum está diez puestos más atrás por no ser mujer, ni negro, ni gay?
-Sí, Harry, catorce puestos más atrás, porque hay que comopensar un daño histórico que...
-¡Pues a tomar por el puto culo, joder! dijo Harry.
Y así comenzó la cruzada antiwoke.
A los que la promovían, se la soplaba todo: querían obtener ventajas, o discriminación positiva, o compensación, o pollas en salmuera. Salir ganando con la ley del embudo. Punto.
A los que se opusieron, les jodía salir perdiendo. Por justicia,por esfuerzo, por la picha en hexámetros yámbicos. Querían que nadie, con razón o sin ella, se les colase en la fila.
Y así un tema de intereses prosaicos se convirtió en ideología y en trinchera cultural. Pero no es ni cultura ni ideología: es simple materalismo.
Marxista que es uno, en el fondo.
30 de junio de 2025, Abu Ahmad y su hija... en el café Al-Baqa, Gaza:
Abu Ahmad y su hija soñaron, pero el sueño no se completó.
El anciano Abu Ahmad y su hija fueron juntos a la cafetería Al-Baqa, frente al mar de Gaza.
Se sentaron allí, respirando la brisa, y comenzaron a hablar del compromiso: un joven se había presentado para pedir la mano de su hija.
Con ternura, el padre le preguntó:
- ¿Estás de acuerdo, hija mía? ¿Qué opinas?
Ella respondió con una sonrisa suave:
- Sí, padre, lo amo.
Él casi voló de alegría. Era su hija mayor, su orgullo. Tomó el teléfono inmediatamente y llamó al joven:
- Ven a la cafetería Al-Baqa... quiero hablar contigo en persona, junto a mi hija, antes de los preparativos de la boda.
El joven llegó poco después.
Abu Ahmad le dijo:
- Háblame de ti, hijo. ¿Cuáles son tus planes para la vida con mi hija?
El muchacho respondió con voz firme y ojos brillantes:
- Haré todo lo posible para que su hija sea la mujer más feliz del mundo. Quiero construir una vida de amor y esperanza junto a ella.
El padre sonrió con alivio:
- Entonces, con la bendición de Dios, mañana será el día del contrato matrimonial...
Pero antes de que pudiera terminar su frase, el infierno se abrió de repente. Una explosión, un bombardeo feroz... y los cuerpos volaron por los aires.
Abu Ahmad despertó entre los gritos, aturdido, ensangrentado, mientras la gente corría hacia él:
- ¡Abu Ahmad! ¿Estás bien? ¿Estás vivo?
Miró alrededor con desesperación:
- ¿Dónde está mi hija? ¿Dónde está el joven? Estaban aquí... estaban justo aquí... ¡¿Dónde están?!
Se levantó tambaleándose. La sangre cubría su rostro, y lo que vio lo dejó sin alma: más de cuarenta cadáveres dispersos... la sangre formaba charcos...
Y entonces los vio: la cabeza de su hija, separada de su cuerpo. A su lado, el joven, gravemente herido, apenas respiraba.
Abu Ahmad se acercó, y el muchacho balbuceaba, con voz casi apagada...
El padre de la muchacha le dijo:
- Te casarás con ella... en el Paraíso, si Dios quiere.
Luego, el prometido pronunció la shahada... y murió.
El padre de la novia cayó de rodillas, levantó las manos al cielo:
- Oh Dios... lo acepté como esposo para mi hija... ahora acéptalos a los dos, como pareja el paraíso, en los jardines del Edén...
En medio de este brutal genocidio, seguían intentando dibujar una vida, un futuro... pero tampoco les dio tiempo para soñar.
Entrevista a Abu Ahmad.
Autor: Abu Ahmad (superviviente)
Traducción: Prof. Dr Riad Ali El Aila Al Hakim
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Martín materializó su llegada con un retraso de veinte minutos, una constante cronométrica a lo largo de los quince años de nuestra relación. En su día, fuimos dos licenciados convencidos de que nuestra existencia iba a alterar el curso del mundo. Ahora, él ejercía de subdirector de Innovación Social en una consultora de escala global, y yo coordinaba proyectos para una ONG cuyo principal benefactor era, precisamente, dicha consultora.
Descendiendo del Tesla de su mujer, guardó las llaves en el bolsillo de una chaqueta de lana merino cuyo precio superaba el salario mensual de la camarera que estaba a punto de atendernos. La justificación fue una asamblea sobre vivienda social. "Muy productiva", sentenció con esa pátina de fatiga virtuosa que había perfeccionado. "Hemos aprobado un sistema de turnos de palabra más democrático. Dos minutos por intervención, para garantizar la pluralidad".
Le pregunté por el número final de intervenciones. "Tres", admitió. "Falta cultura participativa". Omitió que él había sido uno de los tres oradores, ocupando siete minutos en exponer la necesidad de ser breves.
El café era un arquetipo del nuevo ecosistema del barrio: ladrillo visto, flora colgante y mesas de madera con un pasado convenientemente reciclado. En la pizarra, el cortado se cotizaba a siete euros y medio. Un establecimiento impensable en nuestros años de estudiante, cuando el aire olía a aceite reutilizado y alquileres asequibles. Ahora, el aroma dominante era una mezcla de café de origen único y gentrificación.
Nos acomodamos junto al ventanal. El exterior ofrecía un desfile de maletas con ruedas, riders eléctricos y algún residente autóctono navegando por su propio barrio como un turista accidental. Una señora de unos setenta años se detuvo, examinó el menú con la perplejidad de un arqueólogo y reanudó su marcha. Quizás recordaba que allí mismo, antes, una mercería le vendía hilos por céntimos.
La camarera se aproximó. Unos veinticinco años, rapado lateral, un flequillo asimétrico y una camiseta de algodón orgánico con un eslogan feminista en un idioma que no era el suyo. Martín la ubicaba. Me había contado su biografía: un máster en Estudios de Género y un trabajo sin contrato en el café. "Dos cortados sin azúcar", ordenó Martín.
Mientras esperábamos, extrajo su iPhone 16 Pro Max. "Preparamos una campaña contra la desinformación", comentó, los ojos fijos en el scroll. "La cantidad de bulos sobre inmigración es alarmante". Acto seguido, retuiteó un artículo titulado "Cinco datos que desmontan los mitos" cuyo enlace, pude ver después, llevaba dos días dirigiendo a un error 404.
En la mesa contigua, una pareja de treintañeros diseccionaba un documental de Netflix sobre la corrupción institucional. Él, con una barba de diseño y una camiseta vintage de los Ramones que seguramente costó más que la discografía completa de la banda, sentenciaba: "La gente no ve la manipulación". Su camiseta lucía el logo de Transparency International, una entidad investigada meses atrás por la gestión de fondos europeos. Ella, ataviada con cuero vegano y gafas de pasta sin graduación de una óptica "con conciencia social", asentía. Como consultora de transparencia, su último encargo había sido para un ayuntamiento que acababa de adjudicar un contrato público a la empresa del cuñado del alcalde. "El problema", concluyó, "es la falta de formación ciudadana".
Llegaron los cafés en tazas de cerámica artesanal, producto de una cooperativa de mujeres guatemaltecas, según un cartel junto a la caja. Siete euros y medio, me repetí. El bar de toda la vida, dos portales más allá, había cerrado hacía tres meses... vendiendo el café a uno cincuenta.
Martín pasó a detallarme el nuevo protocolo contra el discurso de odio en el instituto de su mujer. "Absolutamente necesario. Los adolescentes están muy expuestos". La semana anterior, un alumno había sido expedientado por declarar en un chat que no le gustaba el reguetón. El informe citaba actitudes discriminatorias hacia expresiones culturales minoritarias. "Hay que educar en la tolerancia", prosiguió. Se había inscrito a un curso de "Comunicación no violenta" impartido por una coach que cobraba doscientos euros por sesiones de "descolonización emocional".
Un grupo de estudiantes de Sociología tomó la mesa del fondo, llegando en dos Ubers para evitar, según proclamó una de ellas, "el metro, que estaba lleno de gente rara". Venían a preparar un trabajo sobre el clasismo en la España contemporánea. La líder del grupo, con un bolso de Oxfam y zapatillas veganas de ciento ochenta euros, dirigía la sesión desde su piso heredado en Malasaña, valorado en medio millón de euros. Su tesis: "Gentrificación y desplazamiento de población vulnerable". "La gente no es consciente de sus privilegios", aleccionaba mientras sorbía un smoothie de doce euros. Su padre era socio de un bufete especializado en recalificaciones urbanísticas.
Martín cambió de tema, elogiando el colegio progresista de su hijo. "Tienen un programa antibullying excelente". El curso anterior, la única alumna gitana de la clase había sido discretamente reubicada en otro centro por dificultades de integración que "generaban conflictos". "La diversidad es fundamental", sentenció Martín, "pero los ritmos de cada niño son los ritmos de cada niño". El centro, concertado y de ideología católica-no-practicante, costaba quinientos euros mensuales. La mayoría de los padres eran votantes de izquierda y asiduos a manifestaciones por la educación pública.
La camarera, sin que se lo pidiéramos, depositó la cuenta. Había escuchado el final de nuestra charla sobre el machismo en el sector tecnológico —Martín acababa de lamentar que el 80% de los directivos de su empresa fueran hombres—. Su turno acababa; le esperaba su segundo empleo cuidando niños en un dúplex de Chamberí. Martín no dejó propina y mientras se ponía la chaqueta, observó: "A estas nuevas generaciones les falta cultura del esfuerzo". Acababa de denegar una solicitud de remuneración a su becaria, que llevaba ocho meses trabajando gratis.
Al salir, un vendedor senegalés exhibía su mercancía sobre una manta. "Vamos andando", propuso para evitar el metro, que a esa hora, según murmuró, se llenaba de gente que daba cringe. El paseo, explicó, era un acto de resistencia contra "el capitalismo salvaje del transporte".
Caminamos por una Gran Vía en obras, flanqueados por obreros, mayormente rumanos y ecuatorianos. "Es una pena la desindustrialización", comentó Martín. "La clase trabajadora siempre paga las políticas neoliberales". Nos despedimos en la puerta de su oficina, una torre de cristal donde se diseñaban estrategias de comunicación para petroquímicas que necesitaban lavar su imagen tras vertidos en el delta del Níger. En el vestíbulo, una pantalla proyectaba un bucle sobre sostenibilidad con "Imagine" de fondo.
Tarde casualdera, scroll sin expectativas. Entro a X (o RX, o como se llame ahora que fue comprada por el niño rico de las minas de esmeraldas). Y me topo con esta ranciedad que casi salta de la pantalla a pegarme un lametón de testosterona revenida:
Y aún habrá quien diga que el feminismo ya no hace falta. Que la cosificación de la mujer es cosa de “wokes” y “feminazis amargadas”. Que ahora las charos lo tienen todo ganado y lo único que buscan son paguitas y cuota.
Pero, si se rasca un poco, lo que aparece debajo de estos tuits no es solo misoginia. Es una estructura del deseo profundamente jerárquica y delirante, donde las mujeres no existen como personas, sino como categorías a dominar. El patrón es siempre el mismo: cuanto más ideológicamente autónoma es una mujer, más excitante resulta fantasear con someterla. "Las rojas me la ponen más" no es una frase inocente: es el eco de esa fantasía de humillación sexual como castigo por pensar diferente. Ecos de un pasado grecorromano en el que funcionaba exactamente así, tal cual.
Lo que les pone no es la mujer. Lo que les pone es la idea de doblegarla. Les erotiza el conflicto solo si pueden ganarlo. Quieren hacerles aceptar sus discursos, sus ideas, y si no pueden, al menos sus genitales, a ver si con esa "doma" se les mete algo de “sentido común” a ellas.
Este tipo de hilos no solo huelen a cerrado. Huelen a miedo. A masculinidad caída, y literalmente — escúchese aquí la flautilla bajando a graves — Que solo se sienten bien fantaseando y brabuconeando con otros hombres que piensan similar. A hombres que no entienden cómo ser deseables sin subordinar a la otra persona. Que siguen creyendo que el sexo es una batalla donde si no dominas, pierdes. Hombres cuya polla hace tiempo que dejó de ser un órgano de placer o de encuentro, y pasó a ser un arma ideológica.
Lo más triste es cuando muchas de estas masculinidades ni siquiera han vivido más allá del del sexo con su propia mano, y ya están coaccionadas por redes sociales y un contenido hipersexualizado al que acceden mucho antes de alcanzar la madurez..
Y uno se pregunta —como hombre cis hetero, de hecho me lo pregunto muy fuerte—:
¿Cómo no se han puto vuelto ya todas lesbianas?
Y antes de que os lancéis con el #NotAllMen, que quede claro —aunque estaría muy claro si realmente se hubiera leído algo de feminismo alguna vez—: el “no todos los hombres” no es una excusa.
Se siguen sosteniendo las microestructuras de poder cuando se mira hacia otro lado ante este tipo de desmanes. El pacto patriarcal también es eso: el silencio cómplice, la risa forzada, el "mejor no me meto".
Hoy, sinceramente, solo quiero vomitar con lo que he leído.
Y espero no tener que soportar el clásico “yo tengo madre, hermana, prima o sobrina” para justificar esta basura, porque todos las tenemos. Y aun así, eso difícilmente nos ha impedido reproducir esta violencia simbólica en las redes sociales, ni nos ha dado por pensar que quizás, solo quizás, la soledad no afecta solo a los hombres, o las mujeres.
Está afectando a toda la gente sin empatía.
Hace poco, el mes pasado… No, en junio, tuve que escribir una escena complicada por muchas razones que ahora no vienen al caso.
Intentaba explicarle a uno de los productores que la escena debía ser contada, narrada desde la óptica del personaje (llamémosle Hache), un señor que adoraba el capitalismo en su pequeña zapatería de ciudad de tamaño medio. Pero que odiaba a muerte que otro empresario hubiera montado otra zapatería dos portales más allá del suyo, mostrando en la historia que el personaje no era capitalista de verdad, donde la competencia liberal es el alma (o una de las almas) del sistema. Acudí con citas sobre capitalismo clásico, citas sobre la competencia y el libre mercado y un largo etcétera para convencerlo de que la escena estaba bien y que conectaría con el público, haciéndoles caer en la cuenta de que ese zapatero (usé la broma) era un capitalista de alpargatas. El productor me miró con esa cara que ponen cuando te van a leer la biblia (la de la b mayúscula, la de los productores, no la de nuestro trabajo, que es con b minúscula) y comenzó a recitar “Productutis 6:21-22”.
“¿Sabes lo que mueve el mundo? La envidia. El capitalismo no es más que una forma de envidia. Yo no soporto, no puedo soportar que el productor Zeta tenga casoplón en Ibiza, y él no soporta que yo sea más guapo que él. Él busca su consuelo, ya sabemos cómo, y yo busco el mío intentando comprar en Canarias una casa más grande que la suya y con un yate mayor que el suyo. Por eso esa escena no le va a funcionar a la serie, un (taco malsonante) zapatero capitalista, venga, hay que rehacer todo eso. Que Hache tenga de amante a la mujer de la otra tienda de zapatería.”
Nunca dejan de sorprenderme y mira que llevo años, muchos, lidiando con ellos.
En mi ciudad con la ultima victoria pepera proliferaron las banderas elefantiásicas en la rotonda , plazuela o avenida de entrada de cada barrio. El Ayuntamiento ha abanderado cada acceso principal, supongo que porque antes de este necesaria inversión los vecinos no sabiamos si viviamos en Bélgica o Kajazastán.
Gracias a Dios, ahora ya lo tenemos claro. La bien conocida eficiencia en el gasto de la gente de bien. O quizá es que son muy aficionados al Risk y en sus despachos tiene un mapa de la ciudad donde van pinchado con alfileritos cada bandera que nos endilgan. Luego dan dos pasos para atrás y contemplan su obra. Ni una bandera republicana… Victoria ! "cautivo y desarmado..." etc.
El caso es que hay vecinos a quien les parece una inversión muy lógica, de hecho alguno se me ofendió cuando le dije que faltaba un arco con «Todo por la patria» pintado y un par de guripas con lanza.
También es verdad que este furor textil estalla durante el coitus interuptus catalán de 2017. En Madrid proliferaron las rojigualdas al poco del estallido equivalente en Cataluña. Y se extendió la la floración de forma bastante espontanea, hay que decirlo. Y es que entre mis paisanos hay mucho que odia lo catalán casi tanto como odia lo francés y desprecia lo magrebí. No nos hicieron un gran favor los indepes a los iconoclastas de las banderitas, no. Los alérgicos a las banderas nunca hemos ganado ninguna guerra pero al menos respetamos el ojo del vecino.
Poco a poco han ido desapareciendo de los balcones, pero como ocurre con los traumas, que no se pueden borrar del todo sin dejar memoria, la banderitis ha liberado una pequeña huella que surgido en un lugar diferente: en el interior de los coches. Ahora muchos de ellos ( me atreveria decir que no menos de un sexto de lo que circula por territorio almeidista) luce una pequeña cinta rojigualda atada al espejo retrovisor. Algo nos quieren decir a los demás con esto. Antes la gente colgaba dados, zuecos, furbys y los mas tradicionales medallitas de la virgen.
Yo a lo más que me he atrevido a colgar ahí , despues del frasquito de olor a pino canadiense, fué un esqueleto que bailoteaba con cada bache. Creo que no nos anima el mismo espiritu, a mí y a los de las banderitas.
Pero pienso que los raritos son ellos.
remadmalditos.wordpress.com/2025/08/31/y-dale-con-las-banderas/
La economía y el futuro de muchos países está basada en la extracción de recursos naturales y luego está Israel cuya materia prima es el odio.
Como en la película de Pixar donde una fábrica de monstruos explotaban el miedo de los niños como materia prima Israel explota el odio masacrando niños.
El odio es vital para los sionistas para continuar su expansión, necesitan hombres y mujeres cargados de odio que busquen venganza por la muerte de sus seres queridos para poder justificar el apartheid, la invasión y el exterminio de la población local.
La pregunta es sencilla: si la fuerza de rozamiento no depende del tamaño de las superficies que friccionan, sino sólo del material de que están hechas y de la fuerza que ejerce una contra la otra, ¿por qué los coches de Formula 1 tienen las ruedas tan anchas? Se supone que el objetivo es que las ruedas tengan el mayor rozamiento posible con el asfalto para que agarren y el coche no patine, ¿no?
Desarrollo un poco la pregunta y de dónde viene. Hoy me he acordado de que en algún momento de mi juventud mi profesor de física nos hizo una pregunta con la promesa de invitar a un café a quien supiera responder, pues él tenía una duda legítima y verdadera (al menos eso parecía).
La cosa va de lo siguiente: el rozamiento entre dos cuerpos se expresa por el coeficiente de rozamiento o fricción. Es un numerito que no tiene unidades, simplemente expresa en qué medida dos materiales tienden a "agarrarse" el uno al otro cuando se aplica una fuerza que los hace desplazarse mientras sus superficies se tocan. La fórmula del coeficiente de fricción es la siguiente: µ= Fr/N
Donde:
µ es el coeficiente de fricción, que no tiene unidades. Hay uno estático que expresa el rozamiento que sucede hasta que se inicia el movimiento, y otro dinámico una vez los dos cuerpos están moviéndose. Para el caso, nos quedamos sólo con el segundo, el dinámico.
Fr es la fuerza de rozamiento, expresada en newtons
N es la fuerza normal, expresada en newtons. Nota: esta es la fuerza que un cuerpo ejerce sobre otro en reposo. Por ejemplo, si hay un bloque de madera sobre el suelo, la fuerza normal sería simplemente el peso del bloque, que es una fuerza que se ejerce sobre el suelo.
Vamos, que en lenguaje vulgar, el rozamiento sólo depende de las características del material de las superficies que se rozan, y de la fuerza que ejerce una superficie sobre otra. De hecho, las leyes del rozamiento que fueron enunciadas por Guillaume Amontons y Charles Augustin de Coulomb establecen que:
Establecidas estas premisas, el profesor preguntó: "Es conocido que una de las características deseables en un coche, y especialmente en los deportivos y coches de competición, es la tracción, es decir, que las ruedas no patinen, que se agarren bien al asfalto para que el coche pueda avanzar y aprovechar la fuerza del motor que se transmite a las ruedas. Los coches de competición, sobre todo los de Formula 1, tienen las ruedas especialmente anchas, de modo que la superficie que toca el suelo es más amplia que la de un coche normal.
Además, la fuerza ejercida por superficie es menor cuanto mayor sea dicha superficie. Es decir, para un coche con el mismo peso, una rueda más ancha ejerce menos fuerza en cada uno de sus puntos contra el suelo que una rueda más fina, lo cual podría ir en contra de lo que queremos, que es que el rozamiento sea mayor para que el neumático agarre. Por ejemplo los esquíes se usan para que la presión de nuestro cuerpo sobre la nieve se distribuya sobre la superficie del esquí, y así evitar que nos hundamos.
Entonces, ¿por qué los coches deportivos y de carreras tienen los neumáticos más anchos?"
La verdad es que en ese momento no se me ocurrió nada. Además la oferta del café tampoco parecía precisamente un premio como para volverse loco de alegría. Pero a lo largo de los años me he acordado de esa pregunta y he pensado en varias respuestas.
Por jugar un rato, si alguien se anima a dar su opinión, estupendo. Si no, pondré mis propias soluciones (bastante obvias). Un abrazo.
La invasión ucraniana de Kursk sigue su curso, pero ahora en el viaje de vuelta.
Lo azul es lo que los ucranianos conservan de su ataque a Rusia. Lo naranja es lo que han recuperado los rusos en los últimos 10 días y lo amarillo lo que han recuperado los rusos en los últimos tres días.
Según ambas partes, proque en eso coinciden más o menos, han participado unos 20.000 soldados ucranianos en este ataque. En la parte de las bajas es imposible saber lo que es verdad y lo que no, así que no voy a repetir chorradas ajenas.
La cuestión es que, como era de esperar, el asunto no va a ninguna parte y los rusos no hn desviado tropas de otros frentes, más que nada porque Rusia ha prometido no enviar soldados de reemplazo, haciendo la mili, a Ucrania. Pero sí los puede mandar a su propio territorio, que es lo que parece que ha hecho.
Por eso va la cosa tan despacio, y posiblemente también proque en Rusia aún se debate si se ha detenido a los ucranianos demasiado pronto. Si alquien está interesado en esta tesis, tengo algún artículo más al respcto por aqui.
Entiendo que en estos momentos la prioridad de los ucranianos es marcharse lo más despacio y ordenadamente posible de esas posiciones y evitar que los rusos cojan impulso para seguir adelante cuando recuperen su propio territorio. Es de prever que se hagan fuertes en Sudzha, pero más les vale defender bien Basivka, en su propio terreno, o veremos un embolsamiento curioso.
Hoy, como siempre, creo que la invasión de Kursk fue una mala idea.
Mapa:
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Buenas tardes. Últimamente ando preocupada porque he notado que algo raro me ocurre. Os pido con humildad que me ayudéis con este problema.
Ya no entro a leer las publicaciones ¿Para qué? En 10 segundos soy capaz de comprender el mensaje dependiendo del titular, origen de la noticia y persona que lo publica. De hecho me sobran 9 segundos para negativizar y entrar al barro.
Ya no entro a dialogar y entablar un debate. Me limito a soltar zascas e insultos velados y no tan velados. Mi palabra tiene que ser la última o mi ego se ve dañado. Pero lo hago con Buena intención. Me parece feo dejar al personal sumido en la ignorancia.
Duplico publicaciones porque la mía tiene la prueba definitiva. Mis ideas son inexpugnables. Yo no publico bulos!Nunca! Sólo la verdad. Bueno, mi verdad, pero esa es la buena ¿no? No le veo problema alguno a mi actitud.
Y por último. Se me ha olvidado dónde tengo que ir a por el cheque por todo este trabajo bien hecho. Si alguien me pasa la dirección, lo agradecería en el alma.
Error 520 de CloudFlare Este es uno de los errores más conocidos de CloudFlare, ya que es uno de los que más suele aparecer a los visitantes. Lo curioso es que se trata de un error desconocido y, al ser desconocido, no existe una solución especifica. Desde CloudFlare nos dicen que contactemos con el soporte de nuestro hosting y, si no consiguen solucionar el problema, que contactemos con el soporte de CloudFlare. En mi experiencia, este problema suele aparecer cuando el servidor que aloja la web bloquea la conexión con los servidores de CloudFlare o no hay conectividad entre los servidores de CloudFlare y el servidor que aloja la web. Se suele utilizar el error 520 para cualquier fallo de comunicación entre los servidores de CloudFlare y el hosting de la web. Como usuario o visitante de la web no puedes hacer nada, es el administrador quien tiene que revisar este problema y solucionarlo. Para que la web no esté caída mientras se busca una solución, se suele desactivar el CDN de CloudFlare marcando la nube gris en el panel de registros DNS de CloudFlare con el fin de que el tráfico no pase por los servidores de CloudFlare. | Fuente.
+INFO:
Fuente: Tutorial
Como todos estamos bastante ocupados en el tema de ver qué es lo que hace la administración Trump con la guerra de Ucrania, parece que hemos dejado de lado los sucesos del frente. Y no conviene hacerlo.
Una de las batallas más encarnizadas de los últimos meses, en el frente sur, ha sido la del conglomerado de Velyka Novosilka, que engloba varias ciudades y toda la cuenca de un río, con sus valles y enormes dificultades orográficas. La cuestión es que, ayer mismo, los rusos abandonaron la táctica del semicerco en una parte de la ciudad y han cerrado completamente al grupo sur, mientras que el grupo norte sólo puede escapar del cerco cruzando el río, lo que es verdaderamente arriesgado.
Así las cosas, se espera que la ciudad entera, y lo que quede de sus defensores, caiga en los próximos días, consolidando el avance ruso en el frente meridional, que es el que más se ha movido, con la caída de plazas fuertes como Vuhledar o Kurajovo.
Ahora se repite pro todas partes que rusos y ucranianos se preparan para negociar la paz, y seguramente sería lo más sensato, pero dada la situación sobre el terreno, no me parece que sea el momento para conseguir nada. Y me refiero a nada de nada. Y creo que es fácil de resumir:
¿Está Occidente dispuesto a levantar las sanciones a Rusia?
Esa es la pregunta que nadie quiere hacer y la que contiene la clave de todas las posibilidades. Veremos, en las próximas semanas o meses..
menéame