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Tras varias horas, encerrado en la soledad de mi despacho, decidí dejarme caer por El Capri. Hacia una semana que no hablaba con nadie y, la verdad sea dicha, echaba de menos los estribillos de la barra. Mientras leía el periódico, llegó una señora de unos cincuenta pasados. De piel morena y gafas oscuras, se sentó a dos taburetes del mío. Pidió un carajillo, bien cargado de coñac, y se puso a hablar con Peter. Por su acento supe que no era de la zona; decía "zapato" en lugar de "sapato" y, para más inri, pronunciaba las eses como si fuera de S
Ayer compré El País. Necesitaba, la verdad sea dicha, papel para limpiar los cristales de mi despacho y, como saben, no hay nada mejor como el papel de periódico. Tras dos horas de limpieza profunda, subí al trastero a dejar unos libros que no leía desde mis años de instituto. Años en los que no sabía lo que quería; en los que la vida era un cine apagado, y en los que el hastío guiaba la sinrazón de mis alegrías. Entre aquellos libros polvorientos, se hallaban "El buscón" de Quevedo, "San Manuel Bueno Mártir", "El Quijote", "La Colmena", "La vi
El otro día, leí en las páginas del vertedero que el Gobierno británico ha creado un organismo para combatir las noticias falsas. Tras su lectura, me vinieron a la mente las palabras de Susana, una mujer que frecuentaba El Capri los viernes de madrugada. Según aquella señora "la vida es una mentira". Una mentira – me decía – que termina con la muerte, la gran verdad de los humanos. Aunque no estoy de acuerdo con ella, lo cierto es que la mentira forma parte de nuestras vidas. Tanto es así, que todos – alguna vez – hemos mentido. Mienten los inf
Durante una semana, he estado aislado del mundanal ruido. Necesitaba, la verdad sea dicha, inundar mi vida de silencio; olvidarme por un instante de Puigdemont, Tabarnia y otros surrealismos. Necesitaba, y disculpen por la redundancia, más literatura y menos lecturas del vertedero. Hoy, sin quererlo ni beberlo, he caído en la tentación; la misma que caen los alcohólicos cuando, tras varios meses de abstinencia, vuelven a la taberna a por su chato de vino. Esta mañana, he leído las declaraciones de Marlene Wind – politóloga de renombre internaci
Aunque el comunismo fracasó y el marxismo se haya convertido en una ideología residual en las democracias occidentales, lo cierto y verdad es que El Capital – la obra de Marx – sigue vigente en la actualidad. Sigue vigente, como les digo, porque vivimos en una sociedad de clases con alma estamental. Una sociedad estancada por la comodidad del Estado del Bienestar, la decadencia del poder sindical y la transformación de las relaciones laborales. En días como hoy, el movimiento obrero está muerto. Y lo está, queridísimos lectores, por la cultura
Decía Abraham Maslow – psicólogo americano – que los seres humanos buscan la satisfacción de las necesidades. Tales necesidades están jerarquizadas, de tal manera que en la cúspide de la pirámide se hallan las de autorrealización y en la base, las de alimentación. El marketing, como saben, es una disciplina que se ocupa, precisamente, de diseñar estrategias – de producto, precios, distribución y promoción – para que la población, – en este caso, los consumidores -, satisfaga sus necesidades a cambio de dinero. Tanto es así, que en la selva del
Ayer, como saben, cerraron las revistas Interviú y Tiempo. Cerraron, y valga la casualidad, el mismo día que El Rincón de la Crítica cumplió siete años. El blog sobrevive al cáncer que padece el periodismo español; un cáncer – y disculpen por la metáfora – que algunos llaman Internet y otros fatalismo. Tras caminar largo y tendido por las callejuelas de Twitter, escribí el siguiente tuit: "Cierra Interviú y cerrarán todos los medios, y morirá el periodismo. Internet es el depredador de la prensa analógica, lo mismo que ocurrió con el ordenador
Resumen de los artículos publicados en El Rincón de la Crítica durante el 2017
Aunque no sea partidario del comunismo, lo cierto y verdad es que en muchos aspectos coincido plenamente con Marx. Coincido con el autor de El Capital y del Manifiesto Comunista porque supo leer entre los interlineados del sistema de mercado. A pesar de que el Estado del Bienestar haya, de alguna manera, refutado las expectativas del marxismo; la desigualdad social abandera, por desgracia, las democracias occidentales. El neoliberalismo – o lo que es lo mismo, la derecha de toda la vida – apuesta por la libertad en detrimento de la igualdad. El
Hace dos semanas recibí un correo de Antoine, un viejo conocido de las tierras vecinas. Periodista de formación, se gana la vida como profesor de lengua en un instituto francés. Por casualidades de la vida, desde hace cuatro años sigue mi blog. Lo sigue, según me contó, porque es una manera de asomarse a los problemas de este país. En su correo, Antoine me sugería que me pusiera en contacto con Eloïse, una periodista independiente especializada en opinión. Al parecer, Eloïse está haciendo un doctorado sobre crítica y periodismo. Su investigació
Tras la DUII (la Declaración Unilateral Ilegal de Independencia), por parte de las fuerzas separatistas, he escrito un tuit preguntándome en voz alta sobre las diferencias entre el 23-F y el 27-O. Me lo he preguntado, estimados lectores, porque ambos acontecimientos son primos hermanos del concepto "golpe de Estado". Entiéndase por éste, según la comunidad politológica, a la toma de poder político, de modo violento y repentino, vulnerando la legitimidad institucional del Estado. A lo largo de la historia, líderes como Teodoro Obiang, Yoweri Mus
A día de hoy, el presidente del Gobierno – o sea Mariano Rajoy – no sabe, a ciencia cierta, si Puigdemont ha declarado, o no, la independencia unilateral de Catalunya. No lo sabe, queridísimos lectores, porque el líder separatista hizo un discurso tan ambiguo y opaco, que ni Dios sabe si su intervención fue un éxito o un fracaso. Tras un análisis detallado del discurso, creo entender – y así lo subrayaron varios medios internacionales – que Puigdemont declaró la independencia, y acto seguido la suspendió; luego, como dicen en mi pueblo: "arran
Aunque no lo crean, soy muy vago para conservar las amistades. Lo soy, como les digo, porque no suelo llamar a casi nadie por teléfono, tampoco me gustan las comidas con viejos conocidos y, ni siquiera los acontecimientos familiares. Siempre he pensado que el sentimiento y el espacio van cogidos de la mano. Tanto es así que cuando se rompe el accidente – el sino que unió a personas desconocidas bajo una causa común: un aula o un viaje, por ejemplo -, se termina evaporando el adhesivo de la emoción.
Por mucho que Pedro se esfuerce en conquistar La Moncloa; la amalgama parlamentaria le dará calabazas el día de la marmota. Le dará calabazas – como dicen en mi pueblo – porque la "altura de miras" de nuestros queridísimos políticos no sobrepasa la azotea de sus intereses partidistas. Así las cosas, la convocatoria de elecciones para el próximo verano; se acaricia como la opción más probable en las quinielas mediáticas.
Ayer llamé a Platón, estaba sin saber de él desde su último viaje a Siracusa. Días antes hablé con Aristóteles, me dijo que su maestro estaba muy debilitado; la última vez que pasó por la Academia, leyó un fragmento de las Leyes; un monólogo reciente sin la sombra de Sócrates. Tras varios días con el móvil apagado, conseguí hablar con él. Tenía razón su discípulo, mi amigo no era "el Platón" de La República; ni siquiera el poeta idílico de Atenas. Le pregunté por Dión y - para sorpresa, la mía - me dijo que lo asesinaron y se sentía culpable p
Si Podemos fuera coherente con sus discursos electorales, no pactaría con otras fuerzas políticas. No lo haría, como digo, porque ello supondría bailar con la casta; la misma que tanto criticaron desde las tribunas de la Tuerka. Una alianza con Sánchez; Garzón y otras confluencias, sería una patada en el trasero a millones de votantes polemistas. Votantes que confiaron en el morado, y ahora ven como su papeleta vuela hacia el tallo de la rosa.
El otro día, las palabras de Celia Villalobos: "no me importan las rastas, pero limpias y sin piojos", me recordaron a otras, que treinta y tantos años antes, pronunció doña Amelia, una maestra de colegio. Decía aquella "señorita" de la Hispania de Felipe, que no le molestaba que las niñas lucieran el pelo suelto, siempre y cuando lo llevaran recogido y sin bichitos. Los piojos, la verdad sea dicha, eran muy comunes en las aulas olvidadas. A lo largo de la infancia, muchos niños sufrían el picor y las carreras de dichos animalitos por las griet
Este mes es especial para mí. Lo es, como digo, porque hace cinco años – en enero del 2011 – comencé mi andadura por las callejuelas del Rincón. Desde entonces, una semana sí y otra también, no he parado de escribir. A día de hoy, si quieren que les diga la verdad, no sé las visitas que recibe el blog. No las sé, ni me interesan, porque no escribo con ánimo de lucro, ni afán de notoriedad. Escribo, como he manifestado en más de una ocasión, por necesidad. Gracias al blog, comprendo mejor cómo funciona la industria de la cultura.
Si la "Gran Coalición" no se llevase a cabo – algo muy probable -, lo siguiente sería un pacto de izquierdas entre Podemos y PSOE con la abstención de Ciudadanos. Dicha abstención estaría condicionada a que Pablo Iglesias renunciara al "referéndum en Cataluña". Algo prácticamente insalvable, si tenemos en cuenta que el líder de la coleta es "rehén de sus socios nacionalistas".
Tras varias horas, encerrado en la soledad de mi despacho, decidí dejarme caer por El Capri. Hacia una semana que no hablaba con nadie y, la verdad sea dicha, echaba de menos los estribillos de la barra. Mientras leía el periódico, llegó una señora de unos cincuenta pasados. De piel morena y gafas oscuras, se sentó a dos taburetes del mío. Pidió un carajillo, bien cargado de coñac, y se puso a hablar con Peter. Por su acento supe que no era de la zona; decía "zapato" en lugar de "sapato" y, para más inri, pronunciaba las eses como si fuera de S
Ayer compré El País. Necesitaba, la verdad sea dicha, papel para limpiar los cristales de mi despacho y, como saben, no hay nada mejor como el papel de periódico. Tras dos horas de limpieza profunda, subí al trastero a dejar unos libros que no leía desde mis años de instituto. Años en los que no sabía lo que quería; en los que la vida era un cine apagado, y en los que el hastío guiaba la sinrazón de mis alegrías. Entre aquellos libros polvorientos, se hallaban "El buscón" de Quevedo, "San Manuel Bueno Mártir", "El Quijote", "La Colmena", "La vi
El otro día, leí en las páginas del vertedero que el Gobierno británico ha creado un organismo para combatir las noticias falsas. Tras su lectura, me vinieron a la mente las palabras de Susana, una mujer que frecuentaba El Capri los viernes de madrugada. Según aquella señora "la vida es una mentira". Una mentira – me decía – que termina con la muerte, la gran verdad de los humanos. Aunque no estoy de acuerdo con ella, lo cierto es que la mentira forma parte de nuestras vidas. Tanto es así, que todos – alguna vez – hemos mentido. Mienten los inf
Durante una semana, he estado aislado del mundanal ruido. Necesitaba, la verdad sea dicha, inundar mi vida de silencio; olvidarme por un instante de Puigdemont, Tabarnia y otros surrealismos. Necesitaba, y disculpen por la redundancia, más literatura y menos lecturas del vertedero. Hoy, sin quererlo ni beberlo, he caído en la tentación; la misma que caen los alcohólicos cuando, tras varios meses de abstinencia, vuelven a la taberna a por su chato de vino. Esta mañana, he leído las declaraciones de Marlene Wind – politóloga de renombre internaci
Aunque el comunismo fracasó y el marxismo se haya convertido en una ideología residual en las democracias occidentales, lo cierto y verdad es que El Capital – la obra de Marx – sigue vigente en la actualidad. Sigue vigente, como les digo, porque vivimos en una sociedad de clases con alma estamental. Una sociedad estancada por la comodidad del Estado del Bienestar, la decadencia del poder sindical y la transformación de las relaciones laborales. En días como hoy, el movimiento obrero está muerto. Y lo está, queridísimos lectores, por la cultura
Decía Abraham Maslow – psicólogo americano – que los seres humanos buscan la satisfacción de las necesidades. Tales necesidades están jerarquizadas, de tal manera que en la cúspide de la pirámide se hallan las de autorrealización y en la base, las de alimentación. El marketing, como saben, es una disciplina que se ocupa, precisamente, de diseñar estrategias – de producto, precios, distribución y promoción – para que la población, – en este caso, los consumidores -, satisfaga sus necesidades a cambio de dinero. Tanto es así, que en la selva del
Ayer, como saben, cerraron las revistas Interviú y Tiempo. Cerraron, y valga la casualidad, el mismo día que El Rincón de la Crítica cumplió siete años. El blog sobrevive al cáncer que padece el periodismo español; un cáncer – y disculpen por la metáfora – que algunos llaman Internet y otros fatalismo. Tras caminar largo y tendido por las callejuelas de Twitter, escribí el siguiente tuit: "Cierra Interviú y cerrarán todos los medios, y morirá el periodismo. Internet es el depredador de la prensa analógica, lo mismo que ocurrió con el ordenador
Resumen de los artículos publicados en El Rincón de la Crítica durante el 2017
Aunque no sea partidario del comunismo, lo cierto y verdad es que en muchos aspectos coincido plenamente con Marx. Coincido con el autor de El Capital y del Manifiesto Comunista porque supo leer entre los interlineados del sistema de mercado. A pesar de que el Estado del Bienestar haya, de alguna manera, refutado las expectativas del marxismo; la desigualdad social abandera, por desgracia, las democracias occidentales. El neoliberalismo – o lo que es lo mismo, la derecha de toda la vida – apuesta por la libertad en detrimento de la igualdad. El
Hace dos semanas recibí un correo de Antoine, un viejo conocido de las tierras vecinas. Periodista de formación, se gana la vida como profesor de lengua en un instituto francés. Por casualidades de la vida, desde hace cuatro años sigue mi blog. Lo sigue, según me contó, porque es una manera de asomarse a los problemas de este país. En su correo, Antoine me sugería que me pusiera en contacto con Eloïse, una periodista independiente especializada en opinión. Al parecer, Eloïse está haciendo un doctorado sobre crítica y periodismo. Su investigació
Tras la DUII (la Declaración Unilateral Ilegal de Independencia), por parte de las fuerzas separatistas, he escrito un tuit preguntándome en voz alta sobre las diferencias entre el 23-F y el 27-O. Me lo he preguntado, estimados lectores, porque ambos acontecimientos son primos hermanos del concepto "golpe de Estado". Entiéndase por éste, según la comunidad politológica, a la toma de poder político, de modo violento y repentino, vulnerando la legitimidad institucional del Estado. A lo largo de la historia, líderes como Teodoro Obiang, Yoweri Mus
A día de hoy, el presidente del Gobierno – o sea Mariano Rajoy – no sabe, a ciencia cierta, si Puigdemont ha declarado, o no, la independencia unilateral de Catalunya. No lo sabe, queridísimos lectores, porque el líder separatista hizo un discurso tan ambiguo y opaco, que ni Dios sabe si su intervención fue un éxito o un fracaso. Tras un análisis detallado del discurso, creo entender – y así lo subrayaron varios medios internacionales – que Puigdemont declaró la independencia, y acto seguido la suspendió; luego, como dicen en mi pueblo: "arran
Aunque no lo crean, soy muy vago para conservar las amistades. Lo soy, como les digo, porque no suelo llamar a casi nadie por teléfono, tampoco me gustan las comidas con viejos conocidos y, ni siquiera los acontecimientos familiares. Siempre he pensado que el sentimiento y el espacio van cogidos de la mano. Tanto es así que cuando se rompe el accidente – el sino que unió a personas desconocidas bajo una causa común: un aula o un viaje, por ejemplo -, se termina evaporando el adhesivo de la emoción.
Por mucho que Pedro se esfuerce en conquistar La Moncloa; la amalgama parlamentaria le dará calabazas el día de la marmota. Le dará calabazas – como dicen en mi pueblo – porque la "altura de miras" de nuestros queridísimos políticos no sobrepasa la azotea de sus intereses partidistas. Así las cosas, la convocatoria de elecciones para el próximo verano; se acaricia como la opción más probable en las quinielas mediáticas.
Ayer llamé a Platón, estaba sin saber de él desde su último viaje a Siracusa. Días antes hablé con Aristóteles, me dijo que su maestro estaba muy debilitado; la última vez que pasó por la Academia, leyó un fragmento de las Leyes; un monólogo reciente sin la sombra de Sócrates. Tras varios días con el móvil apagado, conseguí hablar con él. Tenía razón su discípulo, mi amigo no era "el Platón" de La República; ni siquiera el poeta idílico de Atenas. Le pregunté por Dión y - para sorpresa, la mía - me dijo que lo asesinaron y se sentía culpable p
Si Podemos fuera coherente con sus discursos electorales, no pactaría con otras fuerzas políticas. No lo haría, como digo, porque ello supondría bailar con la casta; la misma que tanto criticaron desde las tribunas de la Tuerka. Una alianza con Sánchez; Garzón y otras confluencias, sería una patada en el trasero a millones de votantes polemistas. Votantes que confiaron en el morado, y ahora ven como su papeleta vuela hacia el tallo de la rosa.
El otro día, las palabras de Celia Villalobos: "no me importan las rastas, pero limpias y sin piojos", me recordaron a otras, que treinta y tantos años antes, pronunció doña Amelia, una maestra de colegio. Decía aquella "señorita" de la Hispania de Felipe, que no le molestaba que las niñas lucieran el pelo suelto, siempre y cuando lo llevaran recogido y sin bichitos. Los piojos, la verdad sea dicha, eran muy comunes en las aulas olvidadas. A lo largo de la infancia, muchos niños sufrían el picor y las carreras de dichos animalitos por las griet
Este mes es especial para mí. Lo es, como digo, porque hace cinco años – en enero del 2011 – comencé mi andadura por las callejuelas del Rincón. Desde entonces, una semana sí y otra también, no he parado de escribir. A día de hoy, si quieren que les diga la verdad, no sé las visitas que recibe el blog. No las sé, ni me interesan, porque no escribo con ánimo de lucro, ni afán de notoriedad. Escribo, como he manifestado en más de una ocasión, por necesidad. Gracias al blog, comprendo mejor cómo funciona la industria de la cultura.
Si la "Gran Coalición" no se llevase a cabo – algo muy probable -, lo siguiente sería un pacto de izquierdas entre Podemos y PSOE con la abstención de Ciudadanos. Dicha abstención estaría condicionada a que Pablo Iglesias renunciara al "referéndum en Cataluña". Algo prácticamente insalvable, si tenemos en cuenta que el líder de la coleta es "rehén de sus socios nacionalistas".