#54 Desde luego la empatía no brilla especialmente en estos tiempos, y gilipollas hay en todos lados (y en algunos más que en otros).
Lo que me chirría del artículo es el tono de superioridad moral que destila, como si la autora nunca hubiese prejuzgado a nadie por su aspecto, pero se le ven las costuras.
Mención especial al uso de "personas racializadas". Pocos términos definen más un ellos-nosotros que ése.
#3 En el capitalismo a las clases dominantes nunca les ha importado la raza, el sexo, el género o la cultura de sus empleados salvo si el estigma conlleva algún beneficio.
Tanto "anti" hace que la fuerza de la izquierda se diluya en luchas futiles contra enemigos abstractos, más cuando el propio tiempo ha hecho que las discriminaciones hayan, de facto, venido a menos con el paso del tiempo y una mejor educación.
Antes las luchas se ganaban con el enfrentamiento violento, ahora se ganan de otra manera más sutil. Y perversa.
Y digo yo que si se ponen tan exigentes con los coches primero deberían ponerse exigentes con el estado de las carreteras de toda Europa para que, sin excepción, cumplan todas con sus propias regulaciones, sobre todo de seguridad.
Cuando sea así, ya podrán exigir a los coches la homologación hasta del último tornillo.
#34 No, claro. Trabajar para darles a tus hijos el esfuerzo de tu trabajo cuando ya no estés de alguna manera es una injusticia.
No hablo de familias ricas, hablo del 99% restante, la inmensa mayoría.
Soy consciente de que el que no ha dado palo al agua en su vida lo vea así, pero el que tira para adelante con lo que sea por un futuro mejor quizá lo vea de manera contraria.
#15 La lógica del impuesto de sucesiones como reparto de riqueza es un sinsentido si no hay ningún criterio.
Precisamente alguien rico no tiene problemas de liquidez para recibir, por ejemplo, un inmueble sea cual sea su valor. Alguien con pocos recursos se puede ver obligado a rechazarlo, aún pudiendo ser una gran ayuda para su situación.
A veces no es pagar impuestos, sino poder pagarlos.
Es obvio que en un sistema capitalista el que tiene capital inicial parte con ventaja.
Luego están las facilidades de emprendimiento, y en España intentar ser emprendedor tiene altas probabilidades de acabar arruinado.
Y subyacente a todo ésto está la educación, pero la de casa. Si no partes de una situación económica ventajosa y tus padres son incapaces de transmitirte valores de esfuerzo y trabajo duro las probabilidades de "escalar" son aún menores. Y estos valores, por lo que veo a mi alrededor, son cada vez más raros.
Lo que me chirría del artículo es el tono de superioridad moral que destila, como si la autora nunca hubiese prejuzgado a nadie por su aspecto, pero se le ven las costuras.
Mención especial al uso de "personas racializadas". Pocos términos definen más un ellos-nosotros que ése.