Desde que capturó la atención de la comunidad científica a principios del siglo XIX, esta criatura ha ocupado los recovecos más oscuros de la imaginación popular. La razón se debe al supuesto hábito del candirú a introducirse en el pene humano, aferrándose con afiladas púas, para desde adentro darse un banquete. Así, en 1997, a Manaos, la aislada capital del estado brasileño de Amazonas, fue llevado un paciente con un candirú en su uretra.
Yo creía que les atraía el amoniaco que expulsan los peces por las branquias y se confundían al oler la enorme concentración de una meada humana.
Y resulta que no, que no lo tienen claro... Puto mal rollo da el bicho. Se fija con espinas en tu uretra/ vejiga...
Comentarios
¡Me va a comer los güevos!
Ya podría alimentarse de peces-polla
Yo creía que les atraía el amoniaco que expulsan los peces por las branquias y se confundían al oler la enorme concentración de una meada humana.
Y resulta que no, que no lo tienen claro... Puto mal rollo da el bicho. Se fija con espinas en tu uretra/ vejiga...
Nunca creí que fuera posible, pero acabo de descubrir a un animal al que odio más que a los mosquitos.