Hace 8 años | Por conversador a yorokobu.es
Publicado hace 8 años por conversador a yorokobu.es

En rectángulo alargado, con cara de señor antiguo, el jugador de baseball Honus Wagner tiene la mirada perdida. Con un fondo ocre este cromo ya era en 1933 el más caro del mundo. De los 50 dólares que valía su precio se ha multiplicado hasta alcanzar los 2,8 millones de dólares pero la mayoría no valen nada. Los hermanos Beau y Bryan Abbott, conocidos como los Baseball Cards Vandals, han encontrado la forma de sacarles provecho: alterarlos para que se conviertan en chistes gráficos.

Comentarios

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La chorrada más tonta del día.