Las conclusiones se publican en un artículo de la revista ‘Science’ en el que participan el CSIC y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria. Desde mediados del siglo XX, los países con economías más industrializadas han sufrido un exceso de fósforo en sus ríos y lagos como consecuencia del abuso de fertilizantes y detergentes con fosfatos, la contaminación industrial y la deficiente depuración del agua urbana, entre otras causas.