Hace 6 años | Por --175549-- a bbc.com
Publicado hace 6 años por --175549-- a bbc.com

En 1669, el alquimista alemán Hennig Brandt recogió orina en grandes cantidades, la metió en enormes cubas y la hirvió hasta que espesó. A continuación añadió carbón y volvió a calentar la mezcla, sólo que esta vez a una temperatura de más de 1.500 ºC, lo que en sí era un logro asombroso. El resultado fue un extraño líquido luminoso que ardía ferozmente cuando entraba en contacto con el aire y que Brandt pudo recoger bajo agua, donde mantenía un brillo más tenue. El material se llamó fósforo -del griego phos, que significa luz, y forein, que...

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Si fuera en este siglo xxi, la "lucha" sería para llamarlos "fósfores".