Quizás el caso de Nemat Safavi, el joven iraní condenado a muerte, sea el más conocido. Pero lamentablemente, no es el único. De hecho, el sólo es la punta de ese iceberg de barbarie en el que se ha convertido Irán, tal y como ha denunciado la senadora australiana Sarah Hanson-Young.
#1 No tiene nada que ver con la cultura sino con la sinrazón, el fanatismo y el integrismo. No hay que respetar algo que da con la muerte de personas a manos de un estado fanatizado.
Comentarios
Es su cultura y hay que respetarla.
http://cort.as/B0S
#1 No tiene nada que ver con la cultura sino con la sinrazón, el fanatismo y el integrismo. No hay que respetar algo que da con la muerte de personas a manos de un estado fanatizado.