Luis Buñuel, el cineasta más genial y universal nacido en España, no pudo regresar a su país tras el golpe militar fascista de 1936. Desde París, donde convivió y trabajó con sus amigos surrealistas, recaudó fondos para ayudar a la República. No sirvió de nada, Franco se hizo con el poder y Buñuel se convirtió en enemigo del nuevo régimen. Al menos salvó el pellejo, no como su íntimo amigo Federico García Lorca, fusilado y enterrado en una fosa común que todavía hoy no se ha encontrado.
Comentarios
Hoy a Buñuel le llamaría rojipardo, como a Anguita.
"Al menos salvó el pellejo, no como su íntimo amigo Federico García Lorca, fusilado y enterrado en una fosa "
Bueno decir que era su "íntimo amigo" creo que es excesivo. Se conocieron,y se soportaron, como mucho.
Aunque sabiendo que el Flamenco es madrileño, cualquier cosa con 'lo andaluz'.