Fa unes setmanes, un dimarts a les 20h, en aquell moment que ja ho tens tot fet i et relaxes, la Jana va caure del sofà. No va ser una mala caiguda, però aquesta va desencadenar un espasme del plor.
Hace unas semanas, un martes a las 20h, en ese momento que ya lo tienes todo hecho y te relajas, Jana cayó del sofá. No fue una mala caída, pero desencadenó un espasmo del llanto.
Ahora La Jana llora de dos maneras muy diferentes, una más de queja (por ejemplo, cuando quiere algo y no sabes bien qué) y otra en la que toma aire y luego grita muy fuerte.
Así pues, cuando cayó del sofá, a pesar de tenerla en brazos para consolarla, comenzó coger aire y esperando el grito ... este no llegó. No respiraba, le faltaba el aire, no reaccionaba. Empezamos a sacudirla, a darle golpecitos en el hombro y gritar. Incluso, abrimos la puerta de casa, pidiendo ayuda. La Jana se apagaba en nuestros brazos.
Después de unos 10-15 segundos infernales, de golpe volvió a respirar y se quedó profundamente dormida. Respiraba, pero no se despertaba. No entendíamos qué narices había pasado.
Cuando al final llegamos al hospital, de repente, Jana se despertó y ¡reaccionó como si nada hubiera pasado!
La pediatra de urgencias se aseguró de que no hubiera ninguna anomalía neurológica y nos explicó sin lugar a dudas, que la Jana había tenido un espasmo del llanto. Es benigno y un 5% de niños sanos lo sufren, normalmente hasta los 5-6 años.
Seguramente le volverá a pasar, pero esta vez sabremos cómo reaccionar.
Comentarios
Lo que vendrá el 2-O
Pillo Google Translate
Le he enchufado un negativo pero es que aquí he visto envíos hasta en Urdu.
Sacsejam.Net
¿Lo del 1-S?
Va una de traducción:
Hace unas semanas, un martes a las 20h, en ese momento que ya lo tienes todo hecho y te relajas, Jana cayó del sofá. No fue una mala caída, pero desencadenó un espasmo del llanto.
Ahora La Jana llora de dos maneras muy diferentes, una más de queja (por ejemplo, cuando quiere algo y no sabes bien qué) y otra en la que toma aire y luego grita muy fuerte.
Así pues, cuando cayó del sofá, a pesar de tenerla en brazos para consolarla, comenzó coger aire y esperando el grito ... este no llegó. No respiraba, le faltaba el aire, no reaccionaba. Empezamos a sacudirla, a darle golpecitos en el hombro y gritar. Incluso, abrimos la puerta de casa, pidiendo ayuda. La Jana se apagaba en nuestros brazos.
Después de unos 10-15 segundos infernales, de golpe volvió a respirar y se quedó profundamente dormida. Respiraba, pero no se despertaba. No entendíamos qué narices había pasado.
Cuando al final llegamos al hospital, de repente, Jana se despertó y ¡reaccionó como si nada hubiera pasado!
La pediatra de urgencias se aseguró de que no hubiera ninguna anomalía neurológica y nos explicó sin lugar a dudas, que la Jana había tenido un espasmo del llanto. Es benigno y un 5% de niños sanos lo sufren, normalmente hasta los 5-6 años.
Seguramente le volverá a pasar, pero esta vez sabremos cómo reaccionar.
Más que un espasmo, es un espanto!