Hace 15 años | Por --68768-- a brandlife.es
Publicado hace 15 años por --68768-- a brandlife.es

En 2001, IBM tuvo que pagar más de 86.000 euros en sanciones a los ayuntamientos de Chicago y San Francisco para hacer frente a los costes de limpieza de una campaña realizada con graffiti. Esta vez, la compañía ha encontrado la solución perfecta para utilizar este medio como herramienta publicitaria sin enfadar a las autoridades. La marca ha difundido mensajes sobre el cambio climático utilizando el clean graffiti, un método de arte urbano que utiliza agua a presión para crear murales no-contaminantes.