Hace 6 años | Por charly-0711 a nytimes.com
Publicado hace 6 años por charly-0711 a nytimes.com

Se suponía que el fin del apartheid sería un comienzo. Judith Sikade se imaginaba escapando de los guetos donde el gobierno había obligado a vivir a las personas de raza negra. Su meta era encontrar trabajo en Ciudad del Cabo y cambiar su improvisada vivienda por una casa con servicios modernos. Más de dos décadas después, Sikade, de 69 años, vive en el lodo lleno de basura del gueto de Crossroads, donde miles de familias negras han usado tablones astillados y láminas de metal para construir chozas por falta de otro lugar donde vivir.

Comentarios

Murray_Rothbard

Lo que queda tras el Apartheid son más de 70 000 blancos asesinados (4000 de ellos granjeros (kill the boer, kill the farmer)) desde 1994, miles de mujeres blancas violadas, éxodo de los que han podido y un país que competía con Francia económicamente que ha pasado a ser un estercolero.

Pero en fin, de este asunto no verás a los medios o a la ONU decir ni pío. Que disfruten de su libertad, lo mismo que Zimbabue. Y ojo, yo no estoy a favor de que haya ciudadanos de segunda por su raza, pero evidentemente no voy a defender la basura en la que han convertido el país tras llegar al poder.