Casi todas ellas utilizan métodos expeditivos -sus empleados persiguen a los supuestos morosos vestidos con estrafalarios disfraces-, pero algunas cruzan la raya del exceso y llegan a la intimidación. Es el caso de la firma El Torero del Moroso, que ha sido sancionada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) por emplear tácticas de cobro abusivas y vulnerar el deber de secreto.