"Queríamos un coche ecológico pero español, y no hay nada más español que hacer funcionar algo a base de hostias", manifestaba Crescencio Botejara, ingeniero e investigador principal de la Universidad Politécnica de San Cristóbal el Bajo. El nuevo coche que han desarrollado es capaz de transformar la energía cinética que reciba en la carrocería en energía eléctrica, almacenable en una batería con una autonomía de hasta 100 kilómetros.
El ingenio, cuya carrocería está fabricada en un material "con memoria", es decir, capaz de recuperar su forma original tras ser deformado, es capaz de alcanzar 80 km/h con cero emisiones, usando únicamente la energía eléctrica generada tras una buena somanta de palos. "Antes, que se te subiera un gracioso a saltar al capó o al techo era una putada; ahora es una bendición", declaraban los ingenieros: "No hay mejor momento para repostar que cuando estás cabreado en medio de un atasco".
De momento, el modelo es sólo un prototipo, pero piensan ampliar el mecanismo de producción energética al volante y el salpicadero. "Lo malo es que alguno se emocione y le suelte un puñetazo al que vaya de pasajero", argumentan los críticos.
Comentarios
La DGT ha prohibido su venta en el País Vasco, para evitar que se sobrepasen los límites de velicidad.
Consagradas o light?