Las ‘sales de baño’ llenaron los titulares de medio mundo el pasado verano después de que esta droga de diseño de última generación motivase uno de los ataques más perturbadores y violentos que se recuerdan. En mayo pasado Rudy Eugene, un joven de Miami (Florida, EEUU), se comió a mordiscos el 75% del rostro de un mendigo mientras se encontraba bajo los efectos de esta sustancia de textura similar a la cocaína y que produce efectos alucinógenos. Fueron necesarios seis disparos de la policía para abatirlo.
Comentarios
Otro tontolculo que no se ha enterado todavía de que la relación entre el caso Eugene y las drogas es nula