Hace 4 años | Por mmm_ a eldiario.es
Publicado hace 4 años por mmm_ a eldiario.es

En uno de los portales estrechos de la calle Argumosa, en el corazón del barrio madrileño de Lavapiés, viven Nahid y Salauddin. Comparten un piso muy pequeño, y ahora también el confinamiento, con otros cinco migrantes de Bangladesh. La pandemia y las calles vacías les han quitado su único y precario modo de vida, vender latas de cerveza en la calle. Avanza la quinta semana de confinamiento y ambos admiten que hay días que estas paredes húmedas les vencen, se sienten atrapados, "como en una cárcel", luchando por no "volverse locos".

Comentarios

tiopio

Pues como todo el mundo. Encerrados sin salir.