Hace 11 años | Por Alvar a gara.naiz.info
Publicado hace 11 años por Alvar a gara.naiz.info

El autor, habitual colaborador de GARA, hace un repaso de los antecedentes en cuanto a las relaciones de antecesores de Francisco como Pío XII y Juan Pablo II en asuntos terrenales -en el peor sentido del término- para advertir del alcance geopolítico de la elección del cardenal argentino Jorge Bergoglio como nuevo Papa. Una elección en plena «afirmación de Sudamérica como un polo de poder en un mundo cada vez más caótico».

Comentarios

D

La jerarquía del Vaticano posó sus ojos en América del Sur, la región donde combatió a muerte (textualmente) a los teólogos de liberación. Alineada con los poderosos, lo que no le impide hacer guiños populistas hacia los pobres, está a punto de tomar posición ante la integración regional y los gobiernos progresistas.
Existe una geopolítica vaticana que no ha sido enunciada, que no cuenta con encíclicas que la avalen, pero que se puede rastrear por su actuación en algunos momentos decisivos de la historia. En se sentido, existen datos suficientes que confirman la intervención vaticana en la misma dirección que lo hacían los poderosos del mundo. La elección de Bergoglio tiene un tufillo de intervención en los asuntos mundanos de los sudamericanos, a favor de que el patio trasero continúe en la esfera de influencia de Washington y apostando contra la integración regional


Esto explica la actitud que tienen los massmedia y su obsceno apoyo y publicidad al nuevo jefe de estado de una dictadura, implicado en el robo de bebes y la desaparición de personas en la dictadura militar de Argentina.