Hace 5 años | Por HeraclioFournie... a ctxt.es
Publicado hace 5 años por HeraclioFournier a ctxt.es

Begoña Gómez Urzaiz analiza la imagen tan diferente que tiene el gran público de los escritores con problemas de alcoholismo frente a la escritoras con el mismo problema. Para unos glamour y leyenda para las otras secreto y lacra.

Comentarios

pepepoi

Más tontería y victimismo.
Si lo que escribes es interesante triunfarás de lo contrario no te comerás un rosco.
Y si no te lo crees firma tus escritos como Arturo el Bigotes.

HeraclioFournier

#1 Bueno, mujeres que escribieron (o pintaron, o...) con pseudónimos masculinos hay muchísimas.

Por otro lado el artículo no habla del éxito, algunas de las escritoras citadas tuvieron mucho éxito, sino de la percepción del alcoholismo. Lo mismo que pasa con la promiscuidad, donde unos son galanes otras son putas. El artículo no habla del éxito, ni de la calidad.

powernergia

#1 Lo que dice el artículo es simplemente una obviedad, y si, hay escritores buenos y malos, y en escritoras lo mismo, pero aquí mismo tienes un sesgo de apreciación muy clarito.

D

Esto no se puede permitir, ¡glamour ya para las escritoras alcohólicas!

HeraclioFournier

Bueno, mujeres que escribieron (o pintaron, o...) con pseudónimos masculinos hay muchísimas.

Por otro lado el artículo no habla del éxito, algunas de las escritoras citadas tuvieron mucho éxito, sino de la percepción del alcoholismo. Lo mismo que pasa con la promiscuidad, donde unos son galanes otras son putas. El artículo no habla del éxito, ni de la calidad.

pepepoi

#3 es simplista decir que los hombres borrachos son graciosos y las mujeres patéticas. Eso depende de la gracia o lo guapo que uno sea.
Marilin Monroe levantaban pasiones cuando se emborrachaba. Hay miles de hombres que solo han dado lástima.

Además, tampoco es bueno que te aplaudan y rían cuando vas colocao: casi siempre esa gente acaba perdiendo la gracia y tirados en un callejón

HeraclioFournier

#6 Es simplista, pero la autora argumenta los casos. Tampoco defiende que se aplauda a las personas alcohólicas, simplemente constata que la diferencia de juicio pasa muy a menudo.

D

No es el techo de cristal, es el culo de la botella. Venga, a llorar a la calle.