Imaginen que la vida de las personas no vale nada y que en cualquier momento pueden pedirle que violen a su madre, asesinen a toda su familia delante suya, que se tenga que comer las orejas de su pareja o los cerebros de su hijo; que su cuerpo, el de las mujeres, se convierte en un arma de guerra, y que los soldados le introducen por la vagina sus armas y objetos afilados. Harán todo lo posible para que desee la muerte. Esto ocurrió hace tan solo dos décadas. Así lo relata la superviviente congoleña Caddy Adzuba, periodista y activista.
Comentarios
La mujeres del congo no producen subvenciones.
#1 Y además, peor aún, son negras y en su mayoría pobres. Y están lejos.
Un buen sitio donde invertir toda esa energía en lugar de en otras cosas que parecen menos relevantes, micromachismos o llamar pollaherida a cualquiera que te contradiga, así como idea solo
#6 Supongo que escribes con un tan tan.
#7 No, con un móvil con Coltán congoleño.
Ese titular es erróneo. Digo yo que al menos el violador se moverá.
#4 como tas pasao pero que risas.
Estoy hasta los cojones de los que intentan culpabilizarme de los problemas que pasan a miles de kilmetros, como si no hubiera nadie mas entre medio.
#5 Comentario escrito desde un móvil con pantalla fabricada con Coltán congoleño.
que fuerte
Delante suya, con dos cojones.