Hace 14 años | Por tollendo a historiaclasica.com
Publicado hace 14 años por tollendo a historiaclasica.com

Entrevista a José Miguel Parra Ortiz, egiptólogo. | El rey Francisco I no viajaba sin su polvito de momia, sus pedacitos de momia que comer. Mezclada con disolventes y resinas, un trozo de momia se transformaba en excelente pintura de color marrón: los artistas del siglo XVIII lo llamaban "marrón de momia", muy apreciado por su brillo y por no agrietarse al secarse sobre el lienzo. En Estados Unidos, a mediados del siglo XIX, importaron varios cargamentos de momias y, convertidas sus vendas de lino en pasta, hicieron papel de estraza.