«Ahora todo eso ha desaparecido, sobre todo porque todos han muerto o se convirtieron en delincuentes, traficantes… y no tardaron en llegar los muertos», cuenta Iñaki Domínguez en su nuevo libro, ‘Macarras interseculares, una historia de Madrid a través de sus mitos callejeros’: «Había verdaderas peleas: había que ir con cuidado. En los bares te encontrabas con gente en plan chula. Ventas, La Elipa, Usera y Vallecas eran barrios donde no podías entrar tranquilamente a cualquier local, tenías que tener cuidado. Había navajas en todas partes».
Quizás lo de la fecha no encaja. Ya por el 2013 era difícil distinguir a un runner, de un bakala , de un rapero, o de lo que sea. La puta moda de los pantalones petados ha idiotizado a todo dios.
Son clones de clones.
Con lo guay que era sentirse parte de algo y la puta mierda que hay ahora. No es mezcolanza es que no tienen ni idea de na.
La entrada me dio la sensación como un libro (leí un poco y basta) sobre Malasaña. Según aquel libro siempre ha sido guay, cultureta y tal.
Una polla como una olla....Malasaña en los 80 era un barrio "pútrido" (son su encanto y barecillos) lleno de algunas trubis, "yonkis" y putes (bueno, todo lo de detrás de Telefónica)
Comentarios
...falta la p**a Celsa en El Pozo ...y más.
Aunque me parece que confunden Tribus Urbanas, con bandas callejeras...
#3 Ha sido leerte y ya paso de entrar a la noticia.
Una polla pa su culo.
Quizás lo de la fecha no encaja. Ya por el 2013 era difícil distinguir a un runner, de un bakala , de un rapero, o de lo que sea. La puta moda de los pantalones petados ha idiotizado a todo dios.
Son clones de clones.
Con lo guay que era sentirse parte de algo y la puta mierda que hay ahora. No es mezcolanza es que no tienen ni idea de na.
Faltan los heavies, los mods y algunos más.
¿Está la panda de los cayetanos? ¿no? Entonces voto antigua.
La entrada me dio la sensación como un libro (leí un poco y basta) sobre Malasaña. Según aquel libro siempre ha sido guay, cultureta y tal.
Una polla como una olla....Malasaña en los 80 era un barrio "pútrido" (son su encanto y barecillos) lleno de algunas trubis, "yonkis" y putes (bueno, todo lo de detrás de Telefónica)