Cuando varios de ellos irrumpieron en el hemiciclo, y Tejero se subió a la tribuna de oradores, Manuel Gutiérrez Mellado, teniente general y vicepresidente del Gobierno de Adolfo Suárez, saltó de su escaño sin que Suárez pudiera impedirlo y ordenó a los golpistas que entregaran las armas y abandonaran el edificio. Se negaron, y unos cuantos se abalanzaron sobre él e intentaron tirarle al suelo. El hombre tenía casi setenta años, pero no lo lograron. Fue una imagen bochornosa que, vista retrospectivamente, delataba que el golpe era una chapuza.
Comentarios
Eso demuestra el valor de Tejero y los que son como él, ayudado de una pistolita intentar derribar con una llave de yudo a un anciano.
Así son ellos.
#2 Tejero es un personaje bochornoso. Es una puta vergüenza que a ese señor le sigan haciendo homenajes cuatro mataos, porque además de golpista, que es lo grave, ni siquiera mostró la más mínima clase ni honor. Entrar como un becerro en el Congreso, proferir ese "que se sienten coño" tabernario, intentar derribar a Gutiérrez Mellado... en fin, un gañán impresentable y con un sentido de la honorabilidad inferior al de una rata.
Ese día demostró que un hombre puede tener más coraje que todo un parlamento entero.
#1 Sí, aquel día solamente dos personas no se tiraron del escaño al suelo: Adolfo Suárez González y Santiago Carrillo Solares.