Hace 7 años | Por AntonioDera a lamarea.com
Publicado hace 7 años por AntonioDera a lamarea.com

El gran triunfo del neoliberalismo fue lograr, no sólo que la gente perdiera interés en la política, que la consideraran una actividad propia de profesionales decadentes, sino sobre todo transformar la política en algo envasable y vendible. La política, hasta ese momento un hecho social transversal a todas las clases, dejó de ser una actividad social esencial para pasar a competir en el mismo nicho de cualquier entretenimiento. Si la política de izquierdas es percibida "como una opción, ahí sí, estamos derrotados", escribe al autor.

Comentarios

j

Muy lúcido. Me quedo con estas líneas:

"Los partidos de izquierdas no compiten hoy contra los partidos de derechas, compiten contra el ocio planificado, contra la amnesia de lo cotidiano y el sopor anestesiante de lo diario, contra un sistema de valores que nos recuerda cada día, cada hora, cada minuto que no hay opción posible, que todo ha sido así siempre y que es imposible de cambiar. Ser de izquierdas no puede estar en el mismo epígrafe que ser aficionado al triatlón, la gastronomía sofisticada o la ornitología. Si ser de izquierdas —luchar contra este desbarajuste que tiene visos de llevarnos de nuevo al precipicio, llámenlo como quieran— es percibido como una opción, ahí sí, estamos derrotados".

bensidhe

Demasiado nivel intelectual para Menéame, pero ha sido una lectura muy interesante. No decepciona Daniel Bernabé.