Tenía que suceder: dados las enormes pérdidas y sobrecostes de todas las citas olímpicas (con la asombrosa excepción de Pekín 2008), a estas alturas nadie quiere acoger unos nuevos Juegos. Rio 2016 puede ser la puntilla de esta modalidad rotatoria que ha imperado durante más de un siglo. ¿Y si en lugar de invertir miles de millones de euros en nuevas sedes olímpicas cada cuatro años, se creara una especie de “Isla de los Juegos Olímpicos” que pudiera acoger los juegos de verano a perpetuidad?
Comentarios
Porque el negocio es el trinque. El deporte es la excusa.
#10 Esa es la clave. Hace tiempo que en los JJOO el deporte es secundario. La política, la imagen, el dinero, la propaganda, el poder, etc están muy por delante.
¿Y si en lugar de invertir miles de millones de euros en nuevas sedes olímpicas cada cuatro años, se creara una especie de “Isla de los Juegos Olímpicos” que pudiera acoger los juegos de verano a perpetuidad?
¿Y si los eliminamos? Total para lo que sirven nadie los va a echar de menos, menos el COI por su jugosas comisiones.
#0 Para especular y pegar pelotazos...
"... se eliminarían los masivos costes económicos que soportan los ciudadanos de las ciudades anfitrionas, pues todo sería sufragado por el COI ..."
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theguardian.com#1 Yo si el COI me firma un contrato a 200 años hago tres ciudades flotantes para recibir los juegos.
Lo haré en aguas internacionales.
Una atlantida, otra Pacífica y la otra Índica.
No tendré problemas financieros. No tendran que precuparse por el espacio, seran 3 grandes hoteles con capacidad suficiente.
Cada cuatro años se encontrarán en uno de los tres océanos.
Unas instalaciones para usar una vez cada cuatro años...
#5 Que además no pagan los usuarios.
En la antigua Grecia siempre se celebraban en el mismo sitio
Implicaría que los miembros del COI dejarían de actuar como los jubilados que miran las obras.
O sea, dejarían de subastar su marca y la explotarían directamente, en lugar de cederla al mejor postor o a quien mayor agasajo les haga. Eso no va a pasar. No van a ponerse a trabajar. Prefieren que lo organicen otros y que si sale mal sea culpa de otros.