Antes de la aparición de las cámaras digitales, todos teníamos las fotografías guardadas en álbumes a buen recaudo, y disponíamos de los negativos para poder hacer copias. Las probabilidades de perder esas fotografías era proporcional a la probabilidad de incendios o catástrofes naturales a las que nuestras casas estuvieran expuestas. Pero hoy en día las fotografías las tenemos en formato digital, almacenadas la mayoría de las veces en el disco duro de nuestro ordenador, y la probabilidad de perder esas fotografías aumenta de manera radical.
Comentarios
Hay dos tipos de usuario: los que hacen copias de seguridad y los que nunca han perdido ningún dato.
#1 los que aún no han perdido...
Pero es igual no les entra en la cabeza que esos datos tan importantes no existen sin copia, y que si no hay copia no son importantes.
huy, la nube... anticiclón