Situémonos en la Segunda Guerra Mundial. En el fragor del combate contra los germanos por el control de un puente, zumbando tiros por todas partes, se produce una escena inaudita cuando un comandante británico, tocado con bombín, abre un paraguas y con él protege del fuego enemigo al reverendo Egan, capellán castrense que trataba de llegar hasta unos heridos.
En el artículo no mencionan una de sus mejores anéctotas, y como no recuerdo donde la leí no puedo dar fe de su exactitud. Pero es demasiado buena para no contarla.
Durante el asedio al que se vio sometido el 2º Batallón de la 1º Brigada Paracaidista en el extremo norte del puente de Arnhem, los alemanes solían batir el perímetro defendido por los británicos con fuego de mortero y francotiradores, para pillar al descubierto a quien estuviera cruzando la calle de una casa a otra. En una de esas ocasiones, el capellán del 2º Batallón, que venía de atender a unos heridos en el sótano de una casa, estaba esperando a que el fuego alemán disminuyera para atravesar la calle. Entonces aparece Thatam-Warter con su paraguas. Lo abre y le dice al capellán: "no se preocupe, padre, venga conmigo". El capellán se queda tan sorprendido que no se le ocurre negarse, y los dos atraviesan la calle protegidos por el paraguas. Sólo cuando llegan a su destino, tiene la presencia de ánimo para decirle: "Mayor, no creo que un paraguas sirva de mucho contra el fuego enemigo". A lo que Thatam-Warter responde: "Ya. Pero, ¿y su llueve?".
Otra anécdota. John Dutton Frost era el superior inmediato de Thatam-Warter: comandante del 2º Batallón, al mando de la defensa del puente de Arnhem (hasta que su fuerza tuvo que rendirse por falta de munición y el alto número de bajas). En la película "Un puente lejano" es encarnado por Anthony Hopkins, y, de hecho, le contrataron como asesor técnico de la película. Su labor se centró en hacer que el material rodado fuera lo más realista posible, y se llevó bastante bien con el equipo del rodaje. Sólo tuvieron un desencuentro serio. En una de las escenas de la película, Hopkins tiene que correr agachado por una calle, huyendo del bombardeo alemán. Frost se opuso a rodar la escena de esa manera, porque "un oficial británico nunca se agacha bajo el fuego". Y decía la verdad. El ejército británico creía que si sus oficiales mostraban intranquilidad o temor durante al combate, la moral de la tropa se desmoronaría, por lo que les instruía para que siempre caminaran erguidos y a paso tranquilo, incluso bajo el fuego enemigo. Es frecuente, al leer libros de memorias de la SGM escritos por británicos, encontrarse con algún pasaje en los que un comandante o coronel camina impertérrito al descubierto cuando, de repente, algún artillero o francotirador alemán empieza a disparar, y el oficial en cuestión sigue a lo suyo sin inmutarse.
Última anécdota. Si no recuerdo mal, la leí en "Un puente lejano" de Cornelius Ryan. Cuando el 2º Batallón se quedó sin munición y tuvo que rendirse, a los pocos paracaidistas que estaban ilesos se les ordenó que se dividieran en pequeños grupos e intentaran escapar del cerco alemán. Uno de los oficiales (no recuerdo el nombre) fue capturado al intentar escapar de esa manera, y lo llevaron ante un oficial de inteligencia de las Waffen SS para ser interrogado (la mayoría de las tropas alemanas que combatieron en Arnhem pertenecían a las SS). Cuando lo sientan, el oficial aleman, que habla un inglés excelente, le felicita por lo bien que habían combatido los paracaidistas. Agrega que nunca ha visto a ninguna unidad tan ducha en combate callejero, y eso que él es veterano de Stalingrado. Sin duda, pregunta, los paracaidistas británicos tienen mucha experiencia en ese tipo de lucha. El británico le mira, y, tras pensárselo un poco, responde sin inmutarse: "la verdad es que no. La próxima vez lo haremos mejor.".
Yo ese tío lo conocía de Flames of War.
Cuando monto la caja de boinas rojas Paracas y sale un tío con paraguas me rallo tanto que me puse a buscar quien era ese tío con el paraguas recogido
#1 me gusta mas el reconocimiento que le hicieron en un puente muy lejano... No sé si londice el articulo pero soy meneamntenviejo y mantengo las tradiciones rancias
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En el artículo no mencionan una de sus mejores anéctotas, y como no recuerdo donde la leí no puedo dar fe de su exactitud. Pero es demasiado buena para no contarla.
Durante el asedio al que se vio sometido el 2º Batallón de la 1º Brigada Paracaidista en el extremo norte del puente de Arnhem, los alemanes solían batir el perímetro defendido por los británicos con fuego de mortero y francotiradores, para pillar al descubierto a quien estuviera cruzando la calle de una casa a otra. En una de esas ocasiones, el capellán del 2º Batallón, que venía de atender a unos heridos en el sótano de una casa, estaba esperando a que el fuego alemán disminuyera para atravesar la calle. Entonces aparece Thatam-Warter con su paraguas. Lo abre y le dice al capellán: "no se preocupe, padre, venga conmigo". El capellán se queda tan sorprendido que no se le ocurre negarse, y los dos atraviesan la calle protegidos por el paraguas. Sólo cuando llegan a su destino, tiene la presencia de ánimo para decirle: "Mayor, no creo que un paraguas sirva de mucho contra el fuego enemigo". A lo que Thatam-Warter responde: "Ya. Pero, ¿y su llueve?".
Otra anécdota. John Dutton Frost era el superior inmediato de Thatam-Warter: comandante del 2º Batallón, al mando de la defensa del puente de Arnhem (hasta que su fuerza tuvo que rendirse por falta de munición y el alto número de bajas). En la película "Un puente lejano" es encarnado por Anthony Hopkins, y, de hecho, le contrataron como asesor técnico de la película. Su labor se centró en hacer que el material rodado fuera lo más realista posible, y se llevó bastante bien con el equipo del rodaje. Sólo tuvieron un desencuentro serio. En una de las escenas de la película, Hopkins tiene que correr agachado por una calle, huyendo del bombardeo alemán. Frost se opuso a rodar la escena de esa manera, porque "un oficial británico nunca se agacha bajo el fuego". Y decía la verdad. El ejército británico creía que si sus oficiales mostraban intranquilidad o temor durante al combate, la moral de la tropa se desmoronaría, por lo que les instruía para que siempre caminaran erguidos y a paso tranquilo, incluso bajo el fuego enemigo. Es frecuente, al leer libros de memorias de la SGM escritos por británicos, encontrarse con algún pasaje en los que un comandante o coronel camina impertérrito al descubierto cuando, de repente, algún artillero o francotirador alemán empieza a disparar, y el oficial en cuestión sigue a lo suyo sin inmutarse.
Última anécdota. Si no recuerdo mal, la leí en "Un puente lejano" de Cornelius Ryan. Cuando el 2º Batallón se quedó sin munición y tuvo que rendirse, a los pocos paracaidistas que estaban ilesos se les ordenó que se dividieran en pequeños grupos e intentaran escapar del cerco alemán. Uno de los oficiales (no recuerdo el nombre) fue capturado al intentar escapar de esa manera, y lo llevaron ante un oficial de inteligencia de las Waffen SS para ser interrogado (la mayoría de las tropas alemanas que combatieron en Arnhem pertenecían a las SS). Cuando lo sientan, el oficial aleman, que habla un inglés excelente, le felicita por lo bien que habían combatido los paracaidistas. Agrega que nunca ha visto a ninguna unidad tan ducha en combate callejero, y eso que él es veterano de Stalingrado. Sin duda, pregunta, los paracaidistas británicos tienen mucha experiencia en ese tipo de lucha. El británico le mira, y, tras pensárselo un poco, responde sin inmutarse: "la verdad es que no. La próxima vez lo haremos mejor.".
No es por ser tiquismiquis, pero falta la D de Digby en el titular.
Yo ese tío lo conocía de Flames of War.
Cuando monto la caja de boinas rojas Paracas y sale un tío con paraguas me rallo tanto que me puse a buscar quien era ese tío con el paraguas recogido
#1 me gusta mas el reconocimiento que le hicieron en un puente muy lejano... No sé si londice el articulo pero soy meneamntenviejo y mantengo las tradiciones rancias