Uno de los más grandes misterios de la pintura ha sido por fin resuelto: la mujer del cuadro 'El origen del mundo', el celebérrimo desnudo pintado por Gustave Courbet en el siglo XIX, ha sido identificada. Se llamaba Constance Queniaux, una antigua bailarina de la Ópera de París, revela un libro que aparecerá el 4 de octubre.
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Le han contado pelo a pelo.