El noble bretón del siglo XV pasó de ser héroe de la Guerra de los 100 Años en la que luchó con Juana de Arco a la personificación del mal en Francia. Joven e inmensamente rico, dejó las armas, se retiró y, según los libros de historia, se entregó a una vida de excesos, brujería, orgías y a su obsesión con el sexo y la muerte.
Comentarios
Ya ha salido unas cuantas veces e incluso la desmitificación de su crueldad como una mera operación política del momento para sacarlo del medio.
Hombre, lo de primer pedófilo acreditado va a ser que no.