Leo a Pío Moa en el Metro y encuentro la temática de mi columna de hoy. Recién empezado su libro, encuentro un texto que ilustra la triste política actual.
Recordemos que condenado por terrorismo Pió Moa remató a martillazos en la cabeza a un policía armada herido. Él siempre lo ha negado, pero los terroristas siempre niegan sus crímenes.
La mentira mueve al mundo, mas incluso que el dinero. Las mentiras se revelan falsas casi siempre tarde, mientras que la verdad permanece oculta entre nuestras verdades, la mía, la tuya Javier o la de Pio Mora y cuando se revela la verdad, si es que se revela, no es tarde sino inútil como el asesinato de Letelier por los servicios de Pinochet.
¿Entonces qué? ¿Dejamos que las mentiras sigan corriendo o echamos a correr nuestras verdades?
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Recordemos que condenado por terrorismo Pió Moa remató a martillazos en la cabeza a un policía armada herido. Él siempre lo ha negado, pero los terroristas siempre niegan sus crímenes.
Buscando la verdad y la objetividad en Pío Moa se puede acabar en cualquier parte.
#2 No llegó a hacerlo, aunque era su papel en el atentado, si no recuerdo mal.
La mentira mueve al mundo, mas incluso que el dinero. Las mentiras se revelan falsas casi siempre tarde, mientras que la verdad permanece oculta entre nuestras verdades, la mía, la tuya Javier o la de Pio Mora y cuando se revela la verdad, si es que se revela, no es tarde sino inútil como el asesinato de Letelier por los servicios de Pinochet.
¿Entonces qué? ¿Dejamos que las mentiras sigan corriendo o echamos a correr nuestras verdades?