«Antes de ir no sentí la necesidad de hacer un trabajo así. En realidad fui por motivos de estudio», dice. «Comencé un blog para comunicarme con mis amigos y mi familia, y algunos de ellos me dijeron: danos más». De vuelta a Francia, ese «danos más» se convirtió en un libro. Uno bastante singular. No sólo por el tema, ni tampoco por las fotografías de interminables bosques de abedules y paisajes nevados, y de sus habitantes, a los que Chauvin retrata siempre de cerca y en plano frontal, reflejo de un interés sincero y sin juicios preconcebidos
Comentarios
Yo con la rubia que sale también me "perdería".
"Se perdió" en siberia, donde tienen una de las ciudades más grandes del mundo... vamos, como si se hubiera ido a un pueblo o algo.
'francés' y 'que ser perdió' es redundante