Hace 5 años | Por tiopio a cadenaser.com
Publicado hace 5 años por tiopio a cadenaser.com

María José Segarra, fiscal general del Estado, ha inaugurado este lunes unas jornadas especializadas en delitos de odio alertando tanto de los "difusos contornos" de estos delitos que persiguen, por ejemplo, el racismo o la homofobia, y reconociendo también que la Fiscalía no está actuando de manera uniforme por todo el país a la hora de perseguirlos. "Se está produciendo un incremento tanto de las agresiones por motivos racistas, el discurso del odio en internet", ha dicho, instando a hacer una "reflexión" en torno a la unidad de acción en…

Comentarios

aupaatu

Para los fiscales y jueces el odio es un gen de izquierdas.en la derecha lo mismo es patriótico.

tiopio

Artículo 510.
1. Los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses.

2. Serán castigados con la misma pena los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, difundieren informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones en relación a su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía.

A

#1 Me recuerda al PP recolectando firmas contra cataluña. oh wait!!!!

D

#1 Vivimos en una sociedad en la que se ha normalizado la idea de que es posible ejercer discriminación positiva, y también aceptamos tácitamente que existe un odio positivo o una violencia positiva.
Según mucha gente cuando la policía aporrea a personas que violan la ley haciendo un referendum ilegal, es violencia positiva. Cuando grupos de ciudadanos gritan a esos mismos policías "a por ellos" y nos parece bien, también aceptamos la existencia de un odio positivo. Y no es cuestión de señalar a un sector en particular de la sociedad. Ese fenómeno se da en casi todos los estratos sociales e ideologías. Vivimos una sociedad con individuos desnortados éticamente en la que las cosas son buenas o malas según encajen o no en nuestros deseos personales. No existe ya, para bien y para mal, un referente moral aceptado por la mayoría. Si es mejor así o no, supongo que también es cuestión de gustos. A mí no me gusta. Pero el tiempo dirá si es bueno o no.