Cuando pensamos en el océano debemos pensarlo como un montón de capas apiladas de diferentes densidades. Las diferencias en la densidad son debidas a la temperatura y el contenido en sal. El agua fría es más densa que la cálida (a no ser que se congele) y el agua es más densa cuanto mayor contenido de sal tenga.
Comentarios
Joder, encima que envío esto de prueba, no hace click ni el autor del blog.
jajja, hasta ahora se me ocurrió buscarlo
Subiste una de las historias más técnicas y difíciles de digerir. Lo digo para que otros no se asusten