La historia de la Humanidad que nos enseñaron en la escuela era la memoria manipulada de Occidente. Un compás con la aguja clavada entre Grecia y Roma, cuna oficial de la única civilización posible, que describía círculos concéntricos a medida que otros territorios la aceptaban como dogma. Ninguna cultura anterior o de otra parte merecía tal dignidad. Egipcios, persas, chinos, mayas o aztecas estaban equivocados. Fueron errores de la historia. Accidentes previos o coetáneos a la cultura occidental. Alma de la auténtica civilización.
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"Aunque la Tierra es redonda, Occidente son Australia y Estados Unidos. Europa y Sudáfrica. Argentina y Japón. Hasta hace unos días, no lo era China. Pero tras la reunión entre Hu Jintao y Obama, parece ser que sí. Aquellos han prometido avanzar en los Derechos Humanos al modo yanki, es decir, conservando la silla eléctrica y Guantánamo. Tengo entendido que no son Occidente los países islámicos que obligan a las mujeres a llevar pañuelo, salvo Arabia Saudí (donde pueden comprar en Zara lo que no pueden lucir por la calle), o Qatar (que organizará un mundial de fútbol del que podrán disfrutar los homosexuales siempre que disimulen su condición). También Persia era Occidente mientras gobernaba Reza Pahlevi, pero no cuando la revolución islámica decidió utilizar la energía nuclear como hacen Rusia, Estados Unidos o Corea (la mala). También fueron Occidente: Iraq, durante la dictadura de Sadam Hussein; Chile durante la dictadura de Pinochet; España, durante la dictadura franquista; o Videla, Jean-Claude Duvalier, Baby Doc, Musharraf… y tantos dictadores mientras disfrutaban sus vacaciones en Marbella o Mónaco."
Claro y meridiano