Así que me puse manos a la obra; tardé unas semanas en acabarlo pero finalmente mi relato cumplía con lo exigido: extensión mínima, máxima, tipo de letra… perfecto. El problema vino cuando, justo antes de enviarlo, me releí las bases: sólo podían participar mujeres. Cómo lo oyen. Pero esperen, que viene la segunda parte del chiste: el concurso lo convocaba el Negociado de Promoción de la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres del Ayuntamiento de Castellón.
Comentarios
Con tanta discriminacion "positiva" van a conseguir justo lo contrario de lo que pretenden, sino al tiempo...