Hace 4 años | Por lorreine a infobae.com
Publicado hace 4 años por lorreine a infobae.com

A casi 200 años de su muerte (1821), siguen llegando cartas para Napoleón Bonaparte a Santa Elena, la isla-prisión que fue su último domicilio terrestre. Un dato que permite medir hasta qué punto el magnetismo de su personalidad podía encender la imaginación, el espíritu de aventura, el coraje y las pasiones políticas de sus contemporáneos en aquellos tiempos de revolución y guerra. Al punto de soñar con la proeza de liberarlo. Uno de ellos fue el francés Hipólito Bouchard, al timón de una nave llamada La Argentina. La fuga no tuvo lugar