Estudios de cuerpos momificados desde finales del Imperio Nuevo hasta la Dinastía XXI (c. 1294-945 aC) han informado ocasionalmente de un caparazón de resina dura que protege el cuerpo dentro de sus envoltorios, especialmente para las momias reales de la época. Aquí, Sowada y sus colegas describen su descubrimiento de un raro caparazón de barro pintado que encierra una momia adulta.
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El paper:
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0245247