Hace 2 años | Por jelzimoñac a jotdown.es
Publicado hace 2 años por jelzimoñac a jotdown.es

Hemos llegado a un punto en el que la medicina nos garantiza una vida mejor, pero a cambio, cuando es plenamente eficaz, nos condena a un penoso final. A una existencia deforme que no nos corresponde. Paradójicamente, nos hace la vida más dulce y la muerte más amarga. Y lo más triste y estúpido es que, a pesar de todo, hasta hace poco no podíamos acudir a ella para interrumpir la tortura a la que ella misma nos conduce porque hasta en el ars moriendi hemos permitido que la ética sea contaminada por las necedades de la religión. Si las décadas y