El G20 todavía no ha actuado con la necesaria contundencia para poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles, a pesar del acuerdo alcanzado en este sentido en la cumbre del 2009, en la que se adquirió el compromiso de terminar con los subsidios. Bloomberg dijo que era la política más tonta que pudieran encontrar en el mundo, diciendo que ese gasto ridículo; alimentan la corrupción, desalientan el uso eficiente de la energía y promueven industrias de capital intensivo innecesariamente además de dañar el medioambiente.
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calentamientoglobalclima.orgSí, hombre, acabar con eso. Ahora resulta que 'alimentar la corrupción' es un gasto ridículo. Será un gasto ridículo para nosotros los mortales, para los asistentes a la cumbre es un gasto vital.
493.000 millones de razones para coger los libros de Von Mises, Hayek y todos los inútiles de la cuerda y echarlos a la estufa.
Demostración perfecta de que el liberalismo es un cuento chino que no se puede tragar nadie que no sea un ignorante y un fanático, porque el sagrado sector privado siempre ad eternum va a necesitar de subsidios, subvenciones y en definitiva dinero recogido a los trabajadores a base de impuestos para poder ser rentable e incluso para poder funcionar.
Y para eso no hace falta ningún sector privado: se nacionaliza los recursos base y esos 493.000 millones se pagan igual o incluso menos dado que eliminas el factor beneficios para el magnate de la ecuación.
#3 Yo soy de los que tiraría los libros de Mises a la basura, pero precisamente el liberalismo que ellos proponen está en contra de estas subvenciones. El liberalismo está en contra de la intervención central, sea para ayudar a los ricachones o a los pobres. Yo no estoy con ellos, para mi hace falta intervención entre otras cosas para ayudar a los pobres y corregir fallos de mercado, ahora bien, igualmente hay fallos del sector público, como son estas subvenciones. ¿O acaso es el libre mercado quien las ofrece? No, es el sector público.
Se da la casualidad que sobre los combustibles fósiles hace falta una intervención pública pero en el sentido contrario, nada de subvencionar sino gravarlos con impuestos, que paguen por los costes producidos por su contaminación.
#4 El liberalismo es como el comunismo: Dicen que nunca se aplicó de verdad. Al final van a ser sólo entelequias con las quen nos entretendremos discutiendo hasta el final de nuestra especie.