Durante la Segunda República Española, entre 1931 y el comienzo de la Guerra Civil, muchas cosas cambiaron del anterior régimen, la monarquía de Alfonso XIII. Éste, el mismo día que se proclamó la República, abandonó el país y creo que fue una decisión más que acertada porque de haberse quedado, la Guerra Civil habría comenzado cinco años antes. En materia religiosa, la República emprendió la secularización del Estado, proclamó la libertad de culto, la voluntariedad de la enseñanza religiosa, el fin de las exenciones tributarias a la Iglesia...
Comentarios
...proclamó la libertad de culto, la voluntariedad de la enseñanza religiosa, el fin de las exenciones tributarias a la Iglesia...
Las comparaciones son realmente odiosas.
#1 A ver si alguien se cree que el "alzamiento nacional" fue porque España estaba hecha un desastre..., no, fue por lo de siempre, porque España iba camino de ser un pais avanzado y ejemplo de libertades, y a los que veian que se les acababa el chollo (Iglesia, terratenientes, caciques, militares, etc) no les gustaba.
#1 ¿Ah, que no tenemos libertad de culto o la enseñanza religiosa es obligatoria? Lo único que es distinto a la situación de hoy en día es el tema de las exenciones fiscales... y a cambio la constitución de 1931 incluía artículos que, francamente, atacaban la libertad individual, como el que obligaba a cerrar todos los colegios religiosos y confiscaba los existentes (art. 26), el que prohibía los cementerios católicos (art. 27), el que prohibía cualquier manifestación pública de culto salvo que fuera autorizada expresamente por el gobierno caso por caso (art. 27) o los más bien delirantes que prohibían que un religioso fuera presidente, candidato a presidente (art. 70) o presidente del gobierno (art. 87)
Y me temo que esto no me va a hacer muy popular, pero existe una tendencia lamentable a convertir la II República en la versión hispánica de Camelot (salvo porque no hay rey Arturo, evidentemente). Parece que todo en esos años fue, por definición, o perfecto, o como mínimo muy superior, y que todo habría sido una utopía si no hubiera existido Sir Mordred Franco Bahamonde. Y no es así. Por ejemplo su política religiosa fue torpe, basta, contraproducente... y por desgracia no se puede decir que respetara escrupulosamente los sentimientos y los derechos de todos los ciudadanos por igual.
Lo de votar sobre Dios me ha recordado está viñeta de la derecha italiana de la posguerra.