La clausura arrancó con la aprobación por unanimidad de tres resoluciones extraordinarias. La primera, de apoyo a los encerrados en la Universidad Politécnica de Catalunya (en protesta por los recortes y despidos en la esa universidad) exigiendo la dimisión del rector; la segunda, reivindicando el trabajo de los empleados del sector financiero y de rechazo “al acoso” al que se ven sometidos por los medios de comunicación; y la tercera,denunciando la manipulación de RTVE y la censura de los contenidos críticos con el Gobierno