El tribunal señala que, según los informes médicos referidos al estado del paciente antes de las operaciones, éstas "no eran necesarias ni inexcusables para su vida o su salud, sino únicamente encaminadas a la corrección de los defectos de graduación óptica" y "más cerca de la medicina voluntaria o satisfactiva", "sugestionada" por la publicidad del centro oftalmológico.
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y es que se cuela la luz