El sobrino de Napoleón Bonaparte, Charles Joseph, se crió en EEUU con su madre y rechazó varias ofertas de títulos nobiliarios porque una propuesta de enmienda a la Constitución estadounidense exigía no tener sangre azul para poder conservar la ciudadanía. Varias décadas después, ya al final de ese siglo XIX, las cosas habían cambiado y Jonah Kūhiō Kalanianaʻole, príncipe de Hawai, no tuvo necesidad de hacer ninguna renuncia para convertirse en delegado del Congreso por el Partido Republicano.
Comentarios
Todos los demás tenían sangre imaginaria
#2 Llegas tarde Matías: mira el comentario de #1
#3 Ha sido muy ajustado. Exijo la foto finish
Los demás congresistas tiene sangre de mentira.
Muy curioso, chistes aparte.