Julian Turner, un coleccionista de videojuegos retro, fue a un mercado de pulgas y compró algunos cartuchos de NES viejos. Cuando llegó a casa descubrió que incluían más que juegos: dos de los cartuchos que compró estaban llenos de drogas. Los cartuchos eran de los juegos Rollergames y Golf. Julian comenzó a sospechar que estaba pasando algo raro cuando vio que los juegos eran versiones PAL (de Europa y Australia), la cuales no son fáciles de encontrar en los mercados de segunda mano de Georgia.
Comentarios
Flea market se traduce como rastro o tienda de segunda mano, ni juntar letras saben...
#3 Venía a quejarme de eso. Menuda puta mierda de traducción.
#3 #4 No es una tienda de segunda mano y se usa ese término (también el de "mercado de pulgas") para referirse a mercadillos ambulantes tipo bazar que usualmente se colocan los fines de semana en algún lugar de un barrio y donde la gente común (no vendedores profesionales) va a intercambiar o vender sus pertenencias. Las tiendas de segunda mano son las "trift shops".
#5 mercado de pulgas me suena a francés... Algonde marché de puses o algo así. Apuesto por Google translator.
#5 Mercado de pulgas no es castellano de España, mercadillo o rastro son los términos correctos. Este término viene del "marché aux puces" francés, y el nombre deja entrever sus orígenes medievales, no eran sitios demasiado higiénicos.
#3 Bueno, los latinos en EEUU le llaman el pulguero. Y no venden cosas de segunda mano necesariamente...
#3 Existe la denominación mercado de pulgas.
Ahora ya sabemos que Nintendos probó el pastor aquél.
#1 O este niño:
Vaya hombre, yvto le di los míos a mí sobrino...
Por éso los videojuegos enganchan tanto...