Al principio eran un puñado y comunicaban por Facebook, el arma letal de esta revuelta. Ahora consiguen juntarse hasta 200 en ocasiones y el peaje se convierte en una fiesta donde hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, debaten del futuro de Francia. En casi todas las quinielas, no figura Macron. Pero el resto de políticos no salen mejor parados: "En París no tienen ni idea de cómo es el día a día de los franceses. Se han instalado en su poltrona y viven de espaldas al pueblo", dice uno de los concentrados.
Comentarios
Pues como en la resta de países. Los políticos viven en su burbuja y no tienen contacto real con el pueblo.
Aqui conocemos muy de primera mano esa situación, pero no hay huevos, no sabemos organizarnos o simplemente no queremos un cambio.
Meneo por darnos otra visión de la lucha de los chalecos amarillos más allá de las barricadas y los cócteles molotov a los que son tan aficionados los medios españoles, dejando de lado de manera interesada el fondo de la cuestión.
#2 ¿No quiero quedamos que esto (incluyendo barricadas), no sale en los medios?
Esto parece una primavera árabe a la Europea.
#4 Por cierto, el problema de todo esto es que al final van a surgir unos movimientos obreros descentralizados que a ver cómo los detienen estos políticos mediocres.